Creo que por una parte ha estado bien que Hyunsuk y Jihoon hayan terminado. Falta una semana para que Hyunsuk se marche a Nueva York, y Treasure ha estado pasando mucho tiempo de calidad. Realizamos las compras en el supermercado juntos, vamos de compras a Hongdae, o salimos a pasear al Parque Yongsan.
Esta noche, como parte de nuestro paseo por el parque, Treasure va por helado. Hay un puestecito pequeño que se pone por las tardes junto a uno de los lagos, donde simplemente los helados saben riquísimos. Son los favoritos de Hwanie-chan, y los míos también.
Junghwan pide un helado de vainilla, y Hyunsuk pide uno de chocomenta. Estoy a punto de decirle que es obvio no ha superado a Jihoon, pues el chocomenta es su favorito, pero en vez de decir nada, me limito a pedir un helado de shooting star, y mientras el sol se pone, nos sentamos tranquilamente en una banca, a mirar a la gente pasar.
-Apuesto que en Nueva York no tienen helados de shooting star -musito.
-Seguro que no -responde Hyunsuk.
-No podrás comer uno hasta Chuseok.
-Navidad – me corrige-. En Estados Unidos no celebran Chuseok así que no me darán los días de vacaciones.
-Chuseok será un desastre -gruñe Hwanie-chan.
Quiero gruñir yo también, pues aquello me arruina los planes. Nunca hemos celebrado Chuseok sin Hyunsuk. Siempre es él quien prepara la cena. Junghwan es quien se encarga de poner la mesa y agregar un lugar para mamá. Y nuestras dos abuelas estarán allí. Es uno de los pocos momentos en que la familia de mamá se reúne con nosotros, y aprovechamos para recordarla...
De repente, me inunda el pánico y me cuesta respirar y ya no me importan los helados de shooting star. No me imagino Chuseok sin Hyunsuk. No puedo siquiera imaginarme el próximo lunes sin él. Sé que la mayoría de los hermanos se llevan mal, pero estoy más unido a Hyunsuk que a nadie en el mundo entero. ¿Cómo podemos ser Treasure sin nuestro líder?
Regresamos a casa justo a la hora de cenar. Esta vez papá se ha encargado de preparar la cena, por lo que nosotros debemos ayudar a poner la mesa. A Hwanie-chan le gusta hacerlo porque puede acomodar hasta el milímetro la ubicación de los cubiertos. Creo que es un poco perfeccionista, quizá demasiado para su edad. Así que Junghwan baja corriendo del auto (podemos llegar al Parque Yongsan en metro, pero a Hyunsuk le gusta manejar), y entra a la casa como un bólido, con lo que no ve a Jihoon, quien sale de la suya, muy probablemente para dirigirse al GS25 de la esquina, a comprar algo que haya faltado de último minuto para la cena en su casa. Estoy por alzar el brazo para saludarlo, cuando veo que se apura a dar la vuelta y emprender la caminata rumbo a la tienda. Y entonces, una bombilla se enciende en mi cabeza.
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A Todos Los Chicos De Los Que Me Enamoré [Una Adaptación Harukyu]
RomansaMe gusta coleccionar cosas. Las guardo pensando que estando resguardadas estarán a salvo de cualquier mal. De entre todas las cosas que colecciono, se podría decir que las cartas de amor que he escrito son mi posesión más preciada. No son cartas de...