Convencer a Yedam fue fácil: solo bastó decirle que Jeongwoo es uno de los organizadores, con lo que se apuntó de inmediato. No hay nada que lo haga más feliz que hacer enojar a su primo. Pero vamos, creo que Jeongwoo se siente igual respecto a Yedam.
Así es como llega el día del viaje de medio curso. Estamos a principios de diciembre, son las seis y media de la mañana, y el sol aún no sale. Estoy en el estacionamiento de la escuela, sentado dentro del auto de papá, aprovechando que tiene encendida la calefacción. Hwanie-chan y Hyunsukie hyung se han quedado en casa dormidos, porque no tiene caso que los hagamos salir tan temprano, en especial cuando está ya haciendo tanto frío. Afuera, veo que varios compañeros, bien abrigados contra el aire helado, se encuentran ya subiendo al autobús. Entre ellos se encuentra Jeongwoo, organizándolo todo en compañía de la profesora de artes. Pero yo no pienso bajar (y enfrentarme a él) hasta que Haruto no esté aquí.
Es entonces que lo veo. Haruto viene en un auto que no reconozco (así que no tengo ni idea si lo ha traído su hermana mayor, Lisa, la señora Watanabe, o quizá sea el señor Manoban), y se dirige al autobús con paso seguro. Saluda a varios compañeros, y todos lo saludan de regreso. Entonces, lo veo detenerse frente a Jeongwoo, y de la manera más casual, como si aún fuesen amigos, se ponen a entablar conversación.
Ambos se sonríen. Y yo me encojo en mi asiento.
-¿Ese es Haruto? –pregunta papá.
-Está muy oscuro –miento-. No lo sé. Creo que lo mejor será esperar a Yedam.
Y para fingir que no quiero salir porque hace frío, procedo a soplar mis manos.
El zorro astuto que es Yedam llega aproximadamente cinco minutos más tarde. Reconoce el auto de papá inmediatamente, con lo que se acerca y golpea mi ventana. Esa es mi señal para despedirme de papá, y bajar del auto.
-¡Está helando! –exclama Yedam al tiempo que castañea los dientes.
-Será mejor subir de una vez y apartar un buen lugar.
Nos detenemos frente a la profesora de artes, para que anote nuestra asistencia, y estamos por subir al autobús cuando Haruto finalmente me ve. Sin embargo, no deja de conversar con Jeongwoo, y se limita a saludarme simplemente alzando la mano, como si yo fuera otra de las personas que saluda en los pasillos. Algo así como un personaje invisible.
Asiento con la cabeza, una simple seña de que ya lo vi, y empujo a Yedam para subir al autobús. Haruto lo ve, y por el rabillo del ojo, veo como frunce el entrecejo.
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A Todos Los Chicos De Los Que Me Enamoré [Una Adaptación Harukyu]
RomanceMe gusta coleccionar cosas. Las guardo pensando que estando resguardadas estarán a salvo de cualquier mal. De entre todas las cosas que colecciono, se podría decir que las cartas de amor que he escrito son mi posesión más preciada. No son cartas de...