Haruto me ayuda a subir al auto, pero da un portazo al cerrar la puerta. Lo hace también cuando él mismo sube, lo cual me hace pensar que está realmente enojado pues ningún chico maltrataría así su propio coche. Inclusive introduce la llave con fiereza, pero no la gira, con lo que el auto sigue muerto cuando exclama:
-¡Me vuelve loco! -y con ello, finalmente se gira para mirarme-. ¿Qué le has dicho?
Me siento asustado. Nunca había visto a Haruto tan molesto. Por un momento, temo que me grite, y que entre los dos se origine una pelea. Intentando mantenerme calmado, respondo:
-Me preguntó cuándo comenzamos a salir. Respondí como habíamos acordado -me apuro a defenderme-. Antes de que comenzaran las clases.
-Soy un tonto... -musita, golpeando el volante-. Olvidé que nos reunimos el primer día de clases a tomar un café...
-Pero ya habían terminado... -susurro dolido, sin terminar de comprender por qué me afecta esta revelación.
-Ya lo sé -contesta, molesto consigo mismo-. No significó nada. Es decir, habíamos terminado, pero aún somos, o éramos amigos. Y así fue que fuimos por un café, como amigos. Después de todo, él ya andaba saliendo con su novio universitario. Pero parece ser que para él significó otra cosa, o eso es lo que insinuó allá adentro...
-¿Cómo si tuviese aún poder sobre ti?
Haruto se toma un tiempo para responder. Inclusive antes de hacerlo, suspira pesadamente.
-Lo tiene -se confiesa-. O lo tenía. Pero desearía que no hubiese sido así. No soy propiedad de nadie.
Nos quedamos en silencio. No me atrevo a mencionarle que las cosas entre Jihoon y yo ya marchan bien y por tanto podemos parar con esta cosa del novio falso, porque al parecer quien aún ocupa ayuda para romper el hechizo que es Park Jeongwoo es él.
Haruto finalmente arranca el auto, y nos ponemos en marcha, y seguimos sin decir nada. Las palabras de Haruto me dejan pensando, preguntándome el qué se sentirá pertenecerle a alguien, y que ese alguien también me pertenezca. No, no es pertenecer a. Es pertenecer con alguien. Es como si el primer escenario fuese impuesto. En el segundo, es uno mismo quien lo ha escogido. Y creo que eso lo vuelve mágico. Saber que escogiste estar con alguien, y más importante, que ese alguien también ha escogido estar contigo.
Cuando finalmente llegamos a mi casa, Haruto detiene el auto, y apaga el motor. No bajo del auto (sigo perdido en mis pensamientos) y como no digo nada, Haruto finalmente pregunta:
-¿En qué piensas?
-Debiste haberlo amado de verdad para que produzca todo esto en ti.
Haruto bufa por lo bajo.
-Eres demasiado intenso, Kim Junkyu -musita divertido-. Apenas tengo dieciséis. Ayer quise mucho a Park Jeongwoo, hoy ya no estoy seguro, y mañana nadie sabe. Así es la vida -y se apura a agregar-. Eres demasiado soñador.
No digo nada. Sé que Haruto tiene razón. Lo dice Hyunsuk, lo dice Hwanie-chan, Yedam, mi padre e inclusive Jihoon. Todo el que me conoce me lo ha dicho alguna vez. Inclusive la abuela no deja de insistir en que necesito que alguien me rompa el corazón para entender verdaderamente el amor...
-Gracias -es todo lo que puedo responder, a pesar de que sé perfectamente que lo que me ha dicho no es un cumplido.
-¿Qué sabes tú sobre el amor, Junkyu? -su pregunta me toma por sorpresa-. Nunca has tenido un novio...
-Hay mucha gente que ha tenido alguna relación amorosa y nunca han estado enamorados. En cambio, yo sí.
Haruto bufa una vez más.
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A Todos Los Chicos De Los Que Me Enamoré [Una Adaptación Harukyu]
RomanceMe gusta coleccionar cosas. Las guardo pensando que estando resguardadas estarán a salvo de cualquier mal. De entre todas las cosas que colecciono, se podría decir que las cartas de amor que he escrito son mi posesión más preciada. No son cartas de...