Mirrot

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No pasó mucho tiempo antes de que Percy se fuera del castillo en una nueva búsqueda para poder obtener al fin su libertad.

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[***días después***]

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—Perseus se fue —exclamó el conde con ira.

—Mi señor calmé por favor —le pidió con sumisión— ya verá que él muchacho regresara.

—No lo hará —dijo con seguridad— Perseus no es de los que se dan por vencido. Solo era cuestión de esperar... sabía que tarde o temprano él iba a traicionarme.

—Mi señor...

—No Mirrot, Perseus me traiciono —exclamó con frialdad— y aunque lleve mi sangre lo va a pagar.

—¿Qué quiere que haga? —pregunto en la espera de su próxima orden.

Drácula rompió la copa que sostenía entre sus manos.

—Ve a Nueva York y trae a Sally y a Estelle... se lo advertí a Perseus, pero él decidió ignorar mis advertencias y ahora ellas tendrán que pagar por él.

—Esta misma tarde salgo para Nueva York —exclamó antes de retirarse.

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[***Nueva York***]

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—Esto no puede estar pasando otra vez —murmuró Sally con la voz rota de la preocupación.

—Tranquila —le susurró Annabeth mientras ella misma trataba de calmarse—. Sé que él está bien, ya verás que pronto aparecerá.

Decir esas palabras era demasiado doloroso era recordar una vez más la impotencia ya vivida muchos meses atrás.

—Mi hijo no pudo desaparecer simplemente por que si —las lágrimas contenidas cayeron lentamente— algo debió de haber pasado con él.

—No digas eso por favor, Percy está bien... sé que lo está.

Las horas pasaron mientras las dos mujeres se reconfortaban por la ausencia de aquel chico tan importante para ellas. Al llegar la noche se despidieron bajo la acechante mirada de un viejo vampiro.

En medio de la obscuridad de las calles de Nueva York una joven caminaba con el único pensamiento de encontrar al chico de su vida... sin saber el destino que para ambos estaba por venir.

—Disculpe señorita —susurró una voz entre las sombras alertándola—, sería tan amable de decirme que hora es.

Ella miró al hombre cautelosa, aun así sonrío ligeramente tratando de mostrar tranquilidad.

—Claro —respondió dándole un vistazo fugaz a su celular—, son las...

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[***Transilvania un día después***]

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—Mi señor —lo llamó Mirrot entrando a la habitación.

—Has regresado muy pronto —murmuró Drácula creyendo que Mirrot había fallado en su misión.

—Si, justo como usted lo deseaba —respondió con la mirada en el piso—. Mi misión ha sido exitosa... le gustaría acompañarme a la habitación de huéspedes para que lo compruebe usted mismo.

Drácula sonrió satisfecho ante la idea de clamar su venganza. Ambos caminaron hasta la habitación y al llegar Mirrot abrió la puerta y se apartó para que el conde entrara.

Drácula entró con una sonrisa plasmada en el rostro, una sonrisa que se borró en cuanto camino un par de pasos dentro de la habitación.

—¿Qué significa esto Mirrot?

Él mencionado camino hasta situarse a su lado.

—Creí que esto sería más de su agrado... ¿A caso me he equivocado? —murmuró silenciosamente a la par que una obscura sonrisa surgía en rostro.

Drácula lo miró incrédulo y aun sin decir una palabra más caminó hasta la cama justo hasta sentarse en la orilla.

—Es... —susurro sin poder creerlo.

—Sí mi señor, ella es lo que tanto ha estado esperando... es la reencarnación de la señora Acacia.

—Es Acacia —dijo mientras apartaba algunos rizos rebeldes de su rostro—, mi dulce Acacia.

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[***Rumanía***]

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Los monstruos no habían dejado de seguirlo durante todo su trayecto, lo habían acechado tratando de acabar con su vida a cada minuto.

Pero entonces los vampiros también se unieron a la cacería no dándole descanso ni un solo segundo.

—Deja de luchar mestizo... No puedes contra nosotros.

—Yo no estaría tan confiado —exclamó en guardia.

—Aunque te libres de nosotros los demás no dejarán de perseguirte.

Y entonces él lo comprendió todo. Su salida tan fácil del castillo, todos los obstáculos en su camino, el acechó feroz de los vampiros..., la amable ayuda de Mirrot.

—Todo fue una trampa.

—Tonto mestizo... Jamás debiste confiar en el traicionero de Mirrot... Ahora muere —dijo antes de abalanzarse sobre él.

La herencia del dragón | CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora