Nuestro esplendor (#1)

😥45😥

— Jayden por favor, recuérdame — estoy en su habitación, lagrimas caían por mis mejillas.

— No sé quién eres, lo siento.

Intento tocar su mano, pero se aleja, cada que me acerco, me ve extrañado, como si me intentara recordar, pero no lo logra.

— Soy tu novia, Eira...copito.

— ¿Novia? Me dije a mi mismo que no volvería a tener novia ¿y copito?

— Te gustaba decirme así, para molestarme.

— No creo que haya sido por el copo de nieve, sería más por la película copito.

— Recuerdas.

— No, realmente no sé si creerte.

— Vamos sé que puedes, te ayudare a...

— Se acabo la hora de visitas — entra una enfermera.

Pasados los días, Jayden ya podía caminar, todo estaba bien, menos su memoria, sus padres ya habían hecho todos los tramites, para irse, mis amigas y la banda de Jayden, me decían que todo iba a estar bien, que el recuperaría la memoria que podríamos estar juntos otra vez, pero eso ya no lo veía posible.

Él se demoraría, unos meses para la recuperación y yo una vez me graduar me iría, nuestro contacto se perdería, puede que suene mal, pero cuando él se fuera, quería perder cualquier tipo de contacto con cualquier persona, quería empezar desde cero.

Había la posibilidad que no recuperara la memoria y tendría su propia vida sin acordase de mí y no quería hablar con alguien que me recordara eso, suene inmaduro, que tome una decisión apresurada, si, lo sé, pero creo que es lo mejor.

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En el aeropuerto, veía a personas pasar de un lado a otro, unos llorando por las despedidas, otros emocionados.

— Te extrañare, Jirafa — se acerca Emily.

— Y yo a ti, Fócil de dinosaurio.

— Voy hacer que el idiota de allá — señala a Jayden — te recuerde.

Rei un poco sin ánimos y le di un abrazo, protesto a principio, pero me devolvió el abrazo. Me separo de ella y acomodo mi bolso de mano.

— Adiós querida — se acerca Susan — lamento no habernos conocido mejor.

— No se preocupe, lo importante es que está vivo.

Lo miro, está hablando con su padre, con el ceño fruncido, siente mi mirada y voltea sus ojos a donde estoy, por un segundo nuestros orbes se conectan, pero corto la mirada volteando a ver a su madre.

— Espero volvernos a ver, con a todo arreglado.

— Si...

— Te deseo lo mejor nena y que cumplas tus sueños.

— Gracias, Susan.

El señor Harrison solo se despide con la cabeza y Susan le dice algo a su hijo, el, la mira extrañada, pero asiente medio perdido y se acerca a mí.

— ¿Te habían dicho que eres preciosa? y lo digo en serio, esa palabra, es más fuerte que un linda.

— Pues gracias, Jay, Jay — hace una mueca a como lo llame.

— Siento no recordarte, pero, oye, de pronto nos volvamos a ver.

— Si...

Silencio incomodo, lo peor, de un momento a otro nuestras miradas se conectan y vi un brillo en sus ojos, pero ahora que no me recordaba, ya no sé a qué venia ese brillo.

— Yo...Yo me tengo que ir.

— Oh, sí, sí.

Otro silencio antes de que el diera un paso atrás.

— Adiós Eira.

— Adiós, Jayden.

Una lagrima cae por mi mejilla, lo veo caminar por unas escaleras, cuando llega a una puerta dónde ya no lo podré ver más, él se voltea y me dirige su última mirada.

Voltea otra vez, para seguir con su camino y tener su nueva vida.

Y ahí va, la primera persona a la que ame, puede que sea joven y que conozca a más personas, pero el primer amor siempre es especial.

El lleno un vacío que no sabía que tenía y ahora se va, dejando un nuevo hueco en mí, pasamos muchas cosas juntos, gracias al impulso que el me dio, podre cumplir mis sueños, perdí gran parte de mis miedos.

Poder comenzar de nuevo, sola, no era el plan principal, pero sé que podre y de pronto, vuelva a tener un nuevo amor, pero por ahora quiero concentrarme en mi.

Me alejo del lugar, lagrimas cayendo de mis ojos, lo extrañare, demasiado, pero por alguna razón sucedió esto y espero que triunfemos en lo que queremos.