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Pueden escuchar la canción cuando se nombre :)

3...

2..

1.

Nuestro esplendor.

Ya era nueve de septiembre, mi cumpleaños y el de los novenos, eso me emocionaba más.

Realmente este cumpleaños iba a ser como los otros, siempre iba al cine, siempre me ha gustado celebrar mi cumpleaños en el cine, como un día normal y corriente, si soy sincera amo el cine ¿Por qué? No sé.

Bueno el caso es que por la tarde iba al bar donde Jayden me había invitado — ya que era legal podía ir — y por la noche iba al cine con mis papás, ya que ellos iban a estar trabajando todo el día.

No sabía que ponerme, así que opte por un jean ancho, un crotop verde clarito y unos Jordán.

Super aesthetic.

Un intento de aesthetic.

Recibí un mensaje de Jayden diciéndome que ya estaba abajo esperándome, cerré mi habitación con llave, cruce la sala viendo de reojo a los amiguitos de mi niñera esperándola, intentaron hablar conmigo, pero cerré la puerta del apartamento más rápido.

Baje rápido las escaleras, cuando llegue a portería vi un auto estacionado al frete, me fije si era Jayden y en efecto era el, abrió la puerta desde adentro — ¿Qué esperaba? ¿Que se bajara y me abriera la puerta como un caballero? Ja, eso sería un milagro — subí al asiento de copiloto.

— Hola — salude.

— Hola.

— Pensé que los demás venían contigo.

— Cada uno llegara por su lado.

Nos quedamos en silencio y mirando hacia al frente, el carraspeo, encendió el auto y empezó a manejar, me puse el cinturón de seguridad, luego miré por la ventana que tenía al lado. 

Venia, vestido con un jean azul oscuro y una camisa negra, que le quedaba muy...bien.

Muy sexy, mejor dicho.

No... bueno si, pero no se lo vamos a decir.

Creo que ya se dio cuenta.

— ¿Qué cosas pervertidas estás pensando de mí, copito?

— ¿Q-que? claro que no pensaba nada de ti, no te creas tanto.

— Entonces ¿por qué me miras tanto?

— Bueno lo admito si estaba pensando algo de ti — vi cómo me vio de reojo sorprendo — de como tantas chicas se mueren por ti, no las entiendo, no tienes nada revelarte.

— Claro que si lo tengo y sí que las entiendes o entonces ¿Por qué no parabas de verme, como si quisieras comerme?

— No te miraba como si... — No pude terminar porque freno de golpe.

Hice un chillido por el susto, abrí los ojos y vi que no había pasado nada solo habíamos parado por el semáforo y que pasaban carros rápidamente. Maldecí y me voltee a verlo.

— ¡Nos pudiste a ver matado!

— Pero no lo hice.

— ¡Estás loco!

— Si.

Estaba furiosa puse una mano en mi frente irritada, a lo que el rio.

— Me gusta verte enojada.

— ¿No puedes ser más insoportable, verdad?

— Oh, te aseguro que sí.

Rodee los ojos apartando mi vista de él, sentí como sus ojos seguían clavados en mí, escuche como se desabrocho el cinturón de seguridad, no me digne a mirarlo, pero lo sentí demasiado cerca.

Nuestro esplendor (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora