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La libreria

Ya terminó el año, el tiempo pasa muy rápido y a la vez muy lento.

Era 27 de diciembre, faltaban cuatro días para terminar el año y empezar uno nuevo con nuevas experiencias y mas lecturas. Obviamente.

Tas obsesionada con leer.

Si, si, ya lo sé.

Había empezado a leer ya hacia un tiempo, realmente los libros eran mi lugar seguro, donde me olvidaba de mis problemas, donde sentía que mis lagrimas de tanto llorar no eran inútiles, porque si, sentía que cuando lloraba era una estupidez, que no debería estar llorando por mis problemas, los libros, las historias que leía tenían más sentido.

Para navidad unos familiares me dieron dinero y claro yo lo utilice para comprar libros y ropa.

Así que hoy iba a ir a una librería a comprar nuevos libros, quería ir sola para tomarme mi tiempo, pero claro mis papas no me iban a dejar, ellos... bueno son muy sobreprotectores.

Soy hija única, así que no quieren que su niña le pase nada, los entiendo, pero me pierdo de muchas cosas, de salidas, amigos —  eso que tengo tres amigas y dos amigos, no sé cómo tuve amigos si soy anti social, pero los tengo — .

Bueno el caso, es que hoy es un día muy especial, voy a tener nuevos libros y estoy feliz.

Cuando llegamos a la librería, les dije a mis papas que me esperaran afuera y de tantas suplicas aceptaron, entre y ahh me sentí como en mi hogar.

Fui directo a donde estaban los libros que sacaron hacia unas semanas, después de una difícil decisión escogí dos y me dirigí a buscar un libro que estaba esperando comprar hacia meses...

—  Otra que escoge romance —  escuche un murmullo a unos metros de mí.

—  ¿Disculpa? —  pregunté.

—  ¿Es que no pueden escoger otro género?

Me voltee para ver de quien se trataba. Era un chico alto, pelo castaño, ojos café un poco oscuros, no sé cómo explicarlo, pero era realmente atractivo.

— A muchos les gusta el romance —  dije volviendo a la conversación —  que a ti no te guste es otra cosa.

—  Es que mis gustos son mejores.

— ¿Cómo cuál? —  pregunte un poco desafiante en mímirada.

—  Fantasía.

El volteo para ir a un estante y saco un libro, ya había oído de él, pero no había tenido la oportunidad de comprarlo.

—  Puede que te guste este —  me lo mostro —  es el primero de la trilogía asesino de brujas.

Lo tome y admire uno momento la portada, era llamativa pero no creo que me guste.

Solo léelo.

Levante la vista para ver de nuevo al chico que me miraba fijamente.

—  Puede que me lo lea —  el solo asintió y cuando vi su intento de irse, volví a hablar —  hagamos un trato.

El volvió a mirarme, yo intenté mantener la vista en sus ojos para parecer desafiante, pero algo fallo y me toco mirar al libro para disimular.

Pero no funcionó, porque el se dio cuenta y sonrió. No conocía a ese chico y ya me estresaba.

—  ¿Qué trato? — dijo usando el mismo tono desafiante que yo había hecho.

— Tú me recomendaste este libro —  se lo mostré y volví a poner mi vista en el —  Yo también te voy a recomendar uno.

Mire al chico que aún tenía esa sonrisa tonta.

Tonta, pero linda.

Te podes callar ya.

—  Trato — acepto —  Sorpréndeme.

Me hizo una seña con la mano para que siguiera y lo guiara al libro que le iba a escoger.

Vi la cara de desagrado que hacia cuando nos rodeamos de libros de puro romance.

Jaja, toma esa.

—  Irresistible error —  dijo viendo el estante donde se encontraba el libro.

Espera, espera.

¿Qué?

Le recomendaste un libro de +18.

E... eso creo. Ay no, no, no.

Jajaja.

Cuando se lo lea pensara que quise fallármelo o algo así, noooo.

Sentí mis mejillas arder, tuve que ocultar mi cara para que no se diera cuenta.

—  ¡Eira!

Escuche la voz de mi mama que gritaba desde la puerta de la librería

— Lindo nombre y muy significativo

—  E...si —  recogí mis cosas rápido, para no demorarme más de lo que ya había hecho.

— Significa nieve — dijo el chico —  ¿Te lo pusieron por tu cabello?

—  Si, también me lo pusieron por mi abuela que se llama así.

El asintió, ya había dado unos pasos para dirigirme a pagar, cuando me voltee a verlo.

—  No me dijiste tu nombre.

— Jayden — asentí —  ya estoy con ansias por leérmelo.

Le dio un pequeño golpe al libro —  Y yo espero no encontrarte cuando ya lo hallas leído —  pensé.

—  Ojalá me guste el libro que tú me recomendaste.

— Oh, te aseguro a que sí.

Él sonrió y ahg, realmente sí que era atractivo.

Page los libros y me dirigí a donde mis papas me esperaban, me quedé pensando en el durante el trayecto hacia mi casa.

Pensé que iba a hacer algún comentario de mi cabello como: no te queda ese color o es horrible, pero no, eso me saco una pequeña sonrisa, que la borre al instante.

Que me pasa ahg apenas hablamos y me pareció arrogante.

Nuestro esplendor (#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora