Nuestro esplendor (#1)

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— ¡Puedes ser mi hijo, pero eso no quita que casi lo matas! — grita la mama de Jayden — ¡Solo por tus estúpidos celos!

Acababa de llegar al hospital, que me había dicho Emily y en uno de los pasillos encontré a los padres de Jayden y a Izan, no se habían dado cuanta de mi presencia mientras peleaban.

— Mama deja de hacer un show, están grabando — Habla Izan entre dientes.

— ¡¿Un show?! ¡¿Dices un show?! ¡Me importa una mierda que estén grabando! ¡Que se den cuenta quien es su ídolo! ¡El que casi mata a su hermano, para arruinar su carrera!

Las personas alrededor miran con sorpresa, unos están grabando, siendo un cantante más o menos famoso, unas personas lo reconocieron.

— ¡Entiende que la única estrella de esta familia, voy a ser yo! ¡Solo yo!

— ¡Estás loco! ¡¿En serio tu envidia te gano que tuviste la intención de matarlo?!

Seguían gritando, el señor Harrison se había entrometido, así que todos iban en contra de Izan, yo seguía asimilando lo que habían dicho.

Él había intentado matar a Jayden, no estaba segura de ese intentado, puede estar vivo o no.

Me acercó rápidamente a ellos, cuando la Mamá de Jayden me nota, me ve sorprendida, tiene ojeras de varios días, lágrimas de ira y tristeza caen por sus ojos.

— Eira ¿Qué haces...?

— ¿J-Jayden está muerto? — dije en medio de un sollozo, temiendo ante su respuesta.

— No, pero casi — mira con ira a su hijo — ¿Qué haces aquí?

— Yo...

— La novia de tu preciado Hijo, se digna a aparecer.

— ¿Novia? — me mira desconcentrada.

— S-Si — dije en medio de otro sollozo.

Ella me vio por un momento, antes de abrazarme, me sorprendió, pero le devolví el abrazo, ella lloro en mi hombro, eso hizo que más lagrimas salieran por mis ojos.

— Pero que conmovedor — habla Izan.

— Tú te callas — lo calla su padre llevándolo a otro lugar.

La señora Harrison y yo nos mantenemos en esa posición por unos minutos.

— Sabia que él, tenía novia, pero no que eras tu — dice separándose.

No puedo hablar, solo estoy llorando, ella acaricia mi cabello, siguiéndome con el llanto.

— ¿Qué fue lo que paso? ¿C-Como esta? — logro decir.

— Izan y Jayden, estaban el auto e iba conduciendo Izan, él se había enterado que su hermano se iba de gira y pensó en matarlo estrellando el auto, de alguna forma, hizo que solo le afectara a Jayden y no a él, como habrás visto él está ileso.

— ¿Y...y Jayden?

— Tu-Tuvo un golpe muy fuerte en la cabeza, está en coma — llora más y yo no me contengo.

Así la pasamos por un rato.

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Mis papas llegan, me ven sorprendidos, sabía que el señor Harrison los había llamado. Mi padre iba a hablarme, pero me adelanto, adsorbiendo mi nariz y hablo un poco ronco por tanto llorar.

— Soy novia de Jayden, si, el chico al que me dijiste que le terminara, es hijo de uno de tus mejores amigos, estoy aquí, porque lo amo y no me vengas con tu eres muy niña para amar, porque lo hago, lo creas o no.

— Si lo amaras tanto — habla Izan llegando — Hubieras venido antes.

— ¿Cómo hubiera venido antes si no sabía nada de él, imbécil?

— Eira, cuida tu boca — me reclama papa, pero lo ignoro.

— No tenía contacto, con su familia, ni sus amigos, además no estuviéramos aquí, si no hubiera sido tu culpa malparido de mierda.

Quería decir hijo de puta, pero no quería ofender a la mama de Jayden, es una buena persona.

— ¡Eira! — grita mi padre, me volteo a él, estoy cansada de todo.

— Lo siento, papá, pero ya es hora que te des cuenta quien soy, ¡Si!, si digo groserías, como tú lo haces, como lo hacen todos, ahora por favor, que ni siquiera debería pedirte el favor, que no me prohíbas estar aquí, me voy a quedar hasta que Jayden, despierte y salga de este hospital, arréstame hasta la salida si quieres, pero voy a encontrar la manera de entrar, te lo aseguro.

Quería decirle más cosas, pero no era el momento, ni el lugar para eso, ahora toda mi atención estaba en Jayden.

Me senté al lado de la señora Harrison y ella puso una mano en mi cabeza atrayéndome a ella, mi cabeza quedo en su hombro y las dos seguimos llorando en silencio, mientras su esposo se encargaba de su hijo, mi madre se sentó al lado mío intentando darme ánimos, mientras que mi papá se paseaba el lugar cabreado y confuso.

— Quiero verlo — susurro.

— No creo que te dejen... ¡Pablo! — dice la madre de Jayden. 

Él estaba diciéndole algunas cosas a su hijo, cuando escucho que su esposa lo llamaba, le dijo a su hijo que lo esperara en el auto y se dirigió hacia nosotros.

— ¿Puedes averiguar si dejan entrar a Eira?

El asintió y fue a una de las enfermeras que se encontraban en una pequeña recepción.

— Ya, cariño, todo va a estar bien — dice mi mamá, viendo mi rostro.

Ella se acerca a mí y me abraza, me separo de la señora Harrison y correspondo a su abrazo, lloro en su cuello, ella acariciando mi cabello con dulzura.

— Ma-ma, el...él está...

— Lo se cariño, no te preocupes, ya verás como en cualquier momento el despierta y todo vuelve a la normalidad.

— ¿Y si no despierta? Ya está así desde hace un mes ¿Qué tal si no despierta y lo tienen que desconectar?

— No digas eso, eso no va a pasar — la miro a la cara unas lágrimas brotan por sus mejillas — Ten la esperanza que todo va ir .

Llega el Padre de Jayden, lo miro con suplica.

— Dicen que, si puedes pasar, tienes suerte que ya este en habitación.