¹². Joaco Alike

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Por más que se había negado, no había forma de librarse de la cita a ciegas que su mamá le había organizado. Aún no sabía cómo se veía, sólo le había dicho su madre que estuviera en cierta cafetería del centro a las 6:00 p.m.

Llegó 10 minutos tarde y se sorprendió un poco al ver a un castaño de cabello rizado sentado de espaldas a él. Caminó demasiado lento en dirección al hombre, y vaya sorpresa que se llevo al verlo de frente pues era muy parecido a Joaquín; cabello castaño, ojos mieles, labios rosados, figura delgada y era bastante más pequeño que el rizado.

Su cabello no se vé tan suave cómo el de Joaquín, pensó Emilio antes de saludar al hombre delante de él. — Hola, soy Emilio, mucho gusto.

Lo saludó con un beso en la mejilla que fué correspondido, —Matt... eres más guapo de lo que dijo mi madre.

El oji-café sonrió coqueto, sabía que era guapo, pero nunca está de más escuchar a los demás decirlo en voz alta.

— Gracias, tú también — se sentó en la silla frente al hombre—, así que eres chef, ¿no?

— El mejor de la ciudad — sonrió con orgullo, el rizado sólo pudo regresar una sonrisa algo forzada — trabajo en La terraza, ¿lo conoces?

— Todos lo hacen, — respondió honestamente, era el restaurante más de moda y ostentoso de la ciudad, la gente iba más por el estatus que ofrecía el establecimiento que por la comida. Emilio odiaba ese lugar.

Ambos permanecieron unos minutos en silencio, el castaño esperando a que el otro dijera algo más respecto a su lugar de trabajo, mientras que el rizado no quería mentir sobre la comida insípida que suponía era obra del hombre frente a él. No le parecía lo suficiente interesante.

— ¿Y tú eres un abogado? — preguntó el castaño cómo un intento de seguir con la conversación.

— Así es, trabajo en Clemmen's Co.

Los ojos de su acompañante parecieron brillar de emoción, era el bufete de abogados con mayor renombre en la ciudad, era sabido que cualquiera de sus trabajadores podía ganar cualquier caso.

— Entonces debes ser un excelente abogado... me imagino que debes ganar bastante bien.

El comentario en sí sonaba bastante interesado, pero su expresión no coincidía con ella, se veía inocente de cierto modo.

— No tanto en realidad, hago muchos casos pro bono, —explicó.

— Y eres buena persona además, que interesante.

Luego de eso siguieron conversando, no era desagradable cómo Emilio había pensado en un inicio, pero había algo que no le permitía disfrutar realmente la tarde con ese hombre. No parecía ser mala persona, pero tampoco daba la impresión de ser alguien bueno.

Los ojos de Joaquín son mucho más hermosos, volvió a pensar sin querer mientras veía fijamente los ojos mieles del otro.

— Me han dicho que tengo los ojos hermosos — sonrió ampliamente al darse cuenta de la mirada del rizado y su sonrisa no es tan radiante. — Debo decir que no estaba seguro de venir hoy.

— Ya somos dos, — mencionó el de ojos mieles — supongo que nadie vá con emoción a una cita a ciegas.

Emilio le dió la razón en eso, — quién sabe, tal vez la noche tenga un final feliz.

Matt sonrió muy satisfecho, entendiendo el doble sentido que implicaban las palabras de su acompañante. — Y pensar que mi madre esperaba que dejara de lado mi vida indecorosa ésta noche — hizo comillas ante la forma en que su progenitora con frecuencia describía su vida. El oji-café estaba encantado con lo que escuchaba.

Infieles // Adaptación Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora