³⁵. Epílogo

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Al principio Joaquín tenía sus dudas sobre la fidelidad de Emilio y algo de lo que ni siquiera el rizado lo podía culpar.

Su miedo no era algo que estuviera presente en todo momento de su relación ya que por lo general se enfocaba en disfrutar su tiempo con Emilio y sin embargo las demás personas parecían querer discutirlo a cada rato. Desde Nikolás y Alan cómo un par de amigos preocupados porque volvieran a lastimar al ojimiel, hasta Romina y Niurka que querían asegurarse de que Emilio no arruinara las cosas con una aventura.

El miedo era pequeño, pero que después de casi 2 años seguía ahí y Joaquín mantenía sus dudas de si deberían estar juntos. Pero todas esas dudas se disiparon una noche en que se verían en un restaurante para celebrar el nombramiento de Emilio cómo socio de la firma de abogados para la que trabajaba.

Con Andrés estaba acostumbrado a que el otro llegara muy tarde y en más de una ocasión ser plantado, pero con Emilio era todo lo contrario. Nunca más tuvo que esperar por más de 5 minutos en sus citas.



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De hecho ésta vez era él quién venía llegando tarde - aunque por menos de 5 minutos - y cuándo llegó, pudo encontrar a su novio leyendo algo en su celular mientras una chica morena y alta se sentaba en el que debía ser su lugar. Se detuvo un poco lejos para ver cómo terminaba la situación sin que Emilip supiera que estaba viendo.

- Hola, mi nombre es Karol. Mucho gusto.

La mujer se presentó con coquetería.

Joaquín bufó un poco ante lo obvia que resultaba la chica con su vestido rojo, tratando de juntar los brazos para que sus pechos se vieran más voluminosos y batiendo sus pestañas cómo si fuera una niña inocente. Sabía que se veía hermosa, pero el ojimiel no iba a admitirlo en voz alta cuándo contara la historia después.

- Emilio Osorio - respondió serio apenas levantando su vista del aparato -. El lugar está ocupado.

- No te ves cómo alguien a quién deberían dejar esperando - se estiró por sobre la mesa para acariciar lentamente las manos del hombre y bajara su celular -, ¿porqué no nos vamos juntos a otro lugar?

Quería caminar hasta la morena para quitarla de su lugar con una patada, pero por otro lado, quería ver cómo terminaba la situación sin que él interviniera.

¿Acaso está eso muy mal?

- Lo siento, pero no estoy interesado en ir a otro lugar.

- Entonces puedo acompañarte a cenar.

La chica procedió a hacer una seña con la mano a un mesero para que les llevara la carta e inmediatamente Emilio agitó las manos en la misma dirección para indicarle al joven que no lo hiciera todavía.

- Por favor, vete - pidió amable el oji-café, en su voz se podía escuchar el fastidió aunque tratara de disimularlo por su creencia de que todos debían ser tratados con amabilidad.

Infieles // Adaptación Emiliaco Donde viven las historias. Descúbrelo ahora