Eres un chico que esta cursando su primer año de preparatoria.
Eres parte de la Toman, siendo el segundo más fuerte solo superado por Mikey pero estando casi a la par de su fuerza.
Todo sera como el canon, solo habra unos cambios pequeños.
Gracias s...
Comenzaría la sesión con normalidad. Los trabajadores de la casa se me acercarían en repetidas ocasiones para ofrecerme ayuda con cualquier cosa. Pese a que sus intenciones no eran malas, no hacían más que estorbar y demorar mi trabajo.
Mientras estaba en la sesión recibiría una llamada por parte de Takemichi, citandonos a cada uno de los líderes en un restaurante. Descarte mi presencia, pidiéndole a Draken que me contara después que quería Takemichi.
Terminé en un tiempo de 4 horas aproximadamente, notificaria a uno de los empleados que ya había finalizado para que me firmaran el alta.
- Lo lamento mucho, joven, la señora salió hace media hora - contesto el empleado - Aunque, no creo que tarde en llegar, es hora del almuerzo, ¿gusta esperarla adentro con nosotros? - invitaría cordialmente -.
Me la pensé un poco en aceptar su invitación, pero a decir verdad no podía irme sin que la señora firmará el documento. Cediendo y acompañando a los trabajadores a su almuerzo.
La casa era inmensa, podría ser del mismo tamaño que la preparatoria contando más a parte el jardín. La curiosidad me gano, aprovechando un despiste de los empleados para escabullirme dentro de la casa para echar un vistazo.
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El interior era muy rústico, tenía un estilo muy reconfortante. Todo estaba finamente tratado. Sin embargo, daba una sensación de tristeza y desconsuelo.
Camine por los pasillos de la casa con cautela. Todo era muy antiguo aunque muy bien conservado.
Lo que más llamó mi atención fue un cuarto de juegos donde se destacaban un peluche de un simio café y otro de un conejo rosa, ambos sentados en una pequeña mesa, simulando tomar el té. Mientras que a su alrededor más juguetes se encontraban dispersos.
No estaba notificado sobre la familia de la señora, así que tenía que salir de ahí y volver a la entrada de la casa a esperar a la señora o algún trabajador.
Sin embargo, mientras me aproximaba de regreso a la recepción. Un cuadro llamaría mi atención. Me detuve y me aproxime con cautela.
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