Attracted Magnents [+18] [Tonway]

Capítulo 12

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「𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 - 𝙅𝙖𝙘𝙠 𝘾𝙤𝙣𝙬𝙖𝙮」

Mi cuerpo se encontraba completamente acalorado, no por altas temperaturas ni por qué estuviese siendo un completo pervertido teniendo Dios sabe el que al aire libre: si no por que el cuerpo de Gustabo me estaba transmitiendo su calor, sin recordar nada, él estaba allí, encima de mí y completamente dormido o inconsciente junto a la sangre que caía tanto de su cabeza como de la mía.

*¿que cojones ha pasado? .. *

Escuché las voces de muchos de los agentes que nos andaban buscando, miré a todos lados sintiendo un dolor en el cuello algo insoportable, pues no me dejaba moverlo con facilidad.
Había un patrulla con la parte delantera completamente destruida y el fuego salía con moderación de aquel motor.

— M-Mierda, Gustabo..— Traté de salir de allí, tomando suavemente a mi hijo para poder alejarnos, pero no podía: mi pierna derecha estaba atrapada con el peso de aquel vehículo que anteriormente había conducido junto a Gustabo y con el cual casi nos estrellamos — Joder.. — Miré hacia el otro lado, viendo  otro agente completamente inconsciente en el suelo ¿Como rayos había llegado este aquí?

*¿No lo quieres recordar Jack? ¿O es que la edad te está afectando*
Moví mi cabeza tratando de callar a ese capullo, mis brazos subieron con dificultad por la espalda del rubio hasta que uno de estos pudo llegar a mi cara, traté de quitarme aquel líquido que ahora estaba manchando parte de mis ojos y volvi a mirar a aquel vehículo volcado completamente sobre mi pierna.

¡Papà!

Ya lo recordaba..

Yo y Gustabo estabamos teniendo un momento íntimo que jamás podría haber imaginado, yo me había hechado completamente en él, aprovechando para estirarme y esperando a que este me apartase con rapidez gritando o diciendo alguna de sus tonterias.

*Pero eso no pasó*
*Pero eso no pasó*

De un momento a otro el mismo nenaza que estaba en el suelo nos atropello por ir sin controlar la velocidad, en ese momento volví a sentir unos brazos abrazarme y parecía que Gustabo había sufrido la mayoría del impacto por querer que yo me salvase.

¡Papà!

Y aún que seguía sin entender el miedo del contrario, sus actitudes tan diferentes y cambiadas y sus actos de sobreprotector hacia mí, quería ayudarlo por qué era mi hijo, mi sangre y la única persona que me quedaba en la cual sabia que podía confiar perfectamente..

*¿Crees de verdad que puedes confiar en él? Que patético eres tratando de buscar amor en un mundo lleno de mierda.*
Tomé a Gustabo lentamente y lo aparté poniéndolo suavemente en el suelo para poder liberarme de aquella chatarra que me estaba estrujando el pie.
Me moví, sintiendo el dolor de casi todas mis articulaciones, parecía que había estado allí tirando durante horas.