Attracted Magnents [+18] [Tonway]

Capítulo 27

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「𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 - 𝙏𝙤𝙣𝙞 𝙂𝙖𝙢𝙗𝙞𝙣𝙤」

He logrado gobernar mis propios pensamientos de nuevo y por fin, podía respirar en paz, como si Pogo ya no estuviese conmigo.

Lo cierto era que si seguía en mi cuerpo, y lamentablemente no podía sacarlo pero ahora había logrado hecharlo hacia atrás para que no se presente de nuevo en mi vida y con el control de mi cuerpo.

Sus pensamientos se mezclaron con los míos aquella vez, se me hacía extraño, se supone que la locura y la esquizofrenia no tendrían que tener estos sintomas, es más.. Ni siquiera tendría que saber nada sobre Pogo.
Mi mente recreaba una y otra y otra vez aquel momento, yo había sido el culpable..
Yo había condenado sin querer a Conway.

Todo era tan confuso, Pogo sintió arrepentimiento, tristeza y culpabilidad mientras que yo sentí el extraño asco, enfado y ganas de matar que le tenía a Conway, sin lograr entender exactamente ¿Por qué alguien odiaría a un hombre tan roto por dentro?

A pesar de averme reido, burlado e incluso de haber hecho recaer a esa entidad, nada parecía tener sentido si no podía tener al trajeado a mi lado.

Jack no tenía la culpa, Gordon no tenía la culpa, Gustabo tampoco tenía la culpa ..

Yo tenía la culpa.

— !Eres un estúpido! ¡Cobarde, hijo de puta! — Sentí un gran empujón, casi haciéndome caer al suelo, estaba en un descampado y al girarme pude ver la expresión de enfado en la cara de Gustabo.. Joder ¿Che cazzo aveva fatto?...

Las lágrimas corrían por las mejillas del contrario mientras se acercaba lentamente hacia mi para luego pegarme un puñetazo, ahora yo sintiendo un leve sabor a metal en mis labios.

— ¡Eres un gilipollas! ¡T-Te dije que lo cuidaras! ¡Te di pistas para que te dieses cuenta y no terminases en esta situación! Eres un.. - — No pudo ni terminar la frase pues su rabia era aún más fuerte que sus palabras. Traté de defenderme, parando algunos golpes débilmente pues tampoco tenía ganas ni me merecía sobrevivir después de esto.

Me tiró al suelo y como si yo fuese un saco de boxeo: comenzó a pegarme tanto en la cara como en el pecho y estómago, provocandome ligeras arcadas y ganas de vomitar.

Nada tenía sentido, nada valía la pena y menos ahora que Jack seguramente me odiará después de todo esto. Solo podía pedir que mi vida sea transferida a él de alguna manera, no quería que él muriese, no por mis manos, no por mi culpa.

— ¡¿Te sientes mal?! ¡T-Tu no tienes derecho a s-sentirte mal! ¡Lo mataste! ¡Seguro que está muerto! ¡H-Has roto tu promesa! — Y ahí es cuando me di cuenta de que en realidad tal vez Gustabo no estaba triste por Conway, sino que estaba triste por el que yo haya "roto" mi promesa de proteger a Jack.