Attracted Magnents [+18] [Tonway]

Capítulo 22

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「𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 - 𝙅𝙖𝙘𝙠 𝘾𝙤𝙣𝙬𝙖𝙮」

Me desperté en el frío suelo, sintiendo como alguien me estaba sujetando la cabeza mientras podía sentir unos leves golpes en mi mejilla izquierda.
Abrí mis ojos sin saber en donde estaba ni que es lo que había pasado, viendo a Gordon sonreír encima de mi.

— ¡Despertaste! ¿Como te encuentras? Estábamos a punto de llamar a una ambulancia, llevas 15 minutos inconsciente — Habló sentándome en el suelo mientras mi cabeza daba vueltas, estaba viendo las estrellas allí mismo.

— ¿‹What›?.. ‹Damn, what the hell happened›? ‹my fucking head hurts›.. — Dije sin pensar, todo se volvía entre negro y blanco, como si Dios fuese a pararse enfrente de mi.. Y ojalá lo hiciese.
El castaño me miró de una forma bastante preocupada y puso una de sus manos en mi frente, provocandome un ligero escalofrío al sentir su tacto tan helado. ¿Donde coño había metido la mano? ¿En un cubo de hielos?

Aún que a decir verdad, se sentía bien, era algo incómodo pero en cierta forma aliviaba mis mareos.

— Tienes algo de fiebre ¿No recuerdas nada de lo que pasó en el interrogatorio? — Negué como pude, soltando un leve gruñido al sentir una palpitacion en un lateral de mi cabeza, él amablemente puso su otra mano allí enfriandome como si fuese una nevera — Lamento decirte que no tengo hielos, Conway. Pero estuve mucho tiempo tocando el suelo.. Ya sabes que está helado — Agradecía aquello y parecía que él se dio cuenta de eso ya que soltó una pequeña carcajada.

— ‹I don't remember anything about the interrogation.. I think I got angry and since then I don't know anything else.. › — Él suspiró mientras sentí cómo una segunda presencia aparecía en la sala.

— Tome señor Comisario, esto podría ayudar al Superintendente — No pude ver que es lo que aquel agente le había dado a David pero nada más recibirlo sentí el frío de aquella especie de "sobre" acoplar toda mi frente y viajar através de los laterales de mi cabeza. El alivio fue inmediato al notar cómo el frío bajaba por mi espalda y cuello, haciendo que el calor de mi cuerpo producido por la fiebre se regule.

— Digamos que no debí dejar que hagas el interrogatorio, casi matas al culpable.. Era cómo si no fueras tú. Creo que deberías de tomarte un descanso e ir con Gustabo, seguro que él quiere verte y pasar tiempo contigo — Me contó, ojalá haber conseguido más información con ese maldito gastador de oxígeno..
Lo miré de reojo, me gustaría pensar que mi hijo quisiera pasar más tiempo conmigo, sobre todo después de su secuestro.

Él me estaba comenzando a ablandar y es que en cierto modo me sentía culpable, no sólo por no haber podido protegerlo si no por fallarle anteriormente en Los Santos.
Yo mismo me consideraba un mal padre, aún si él pensase lo contrario, jamás podría cambiar mis pensamientos negativos hacia mi mismo y eso era lo que por dentro me estaba matando de una manera lenta.