Attracted Magnents [+18] [Tonway]

Capítulo 32

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「𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 - 𝙏𝙤𝙣𝙞 𝙂𝙖𝙢𝙗𝙞𝙣𝙤」

Hola, soy Toni: más conocido cómo el esquizofrénico del hospital. Sí, no era un gran apodo y ni mucho menos me gustaba pero es lo que hay.. Supongo.

“¡Oh Toni! ¿Que vas a hacer hoy? ¿Vas a llorar cómo una nenita y a autolesionarte hasta que te den arcadas y vomites sangre? ”

La respuesta es: No. Hoy no sería un día al igual que otros, hoy tenía un plan sublime para escaparme del hospital y tal vez esconderme debajo de un puente o aceptar mi destino y morir atropellado por un camión.

Tenía un mapa mental del hospital y muchas de sus posibles salidas, la desesperación que sentía se hacía cada vez más grande con el pasar de los minutos en esta estúpida habitación.
Tenía comida, lo suficiente para unos días, también mi teléfono el cual se encontraba en estado de ahorro extremo de batería.

Ahora tan sólo faltaba llegar a la hora exacta y de una vez por todas escapar de este maldito lugar.
...
Apreté mis puños y suspiré.
¿A quién quería engañar? No iba a funcionar. Me iban a llevar a un hospital psiquiátrico y todo por que descubrieron que en realidad: yo me daba de ostias a mí mismo y me reía cómo un completo gilipollas.

Pero yo no quería ir, estaría años ahí encerrado y lo que quería ahora era o matarme o ser asesinado por el hombre al que amo con todas mis fuerzas.

Así que el plan seguía en pie de todas formas.

Después de todo ¿Que más podría perder un idiota cómo yo? Nadie me quería, nadie me había vuelto a hablar, nadie me había venido a visitar durante dos semanas. Quizás más.

Tomé mí mochila con todo lo que tenía guardado y una vez más, me miré al espejo de aquel baño. Robarle ropa a un pobre civil de primeras no había estado en mis planes, pero no podía salir con el pijama hospitalario ni mucho menos con esa asquerosa bata en la que se te ve... Mejor ni decirlo.

Lo bueno de todo esto es que los pantalones iban bastante sueltos así que no iba a tener problema con los roces en primer lugar. Por fin algo a mí favor.

— ¿Te imaginas que me encuentre a un policía nada más salir del hospital? — Comencé a reírme cómo si fuese lo más gracioso del mundo... Todo era una ‹merda›

Las luces del pasillo ya se habían medio apagado, haciéndolo un poco más oscuro, lo ideal para que yo pudiese esconderme o camuflarme de alguna manera con el ambiente.
Salí del baño y através de aquel pequeño cristal de la puerta pude ver que efectivamente ya no había nadie en los pasillos.

Pero justo cuando iba a abrir la puerta, los pensamientos intrusivos atacaron mí cabeza cómo si fuese una puta guerra.

¿Deberia de quedarme?
¿Seria mejor si yo mismo acabará con mí vida aquí y ahora?
¿Que pasará después?
¿Lo estoy haciendo bien?