Mis más grande adicción

2. Salir de aquí

-¿ Está todo en orden? ¿Tienen alguna duda? -pregunta Beto el mano derecha de Joaquín

-Ninguna duda, esta todo muy claro- responde uno de sus hombres

-Bien no quiero fallas, todo tiene que salir de acuerdo al plan. Atacaremos  las las dos de la mañana, así que todos a prepararse-

Cada uno se va a preparar lo que tienen que llevar y es que por la madrugada planeaban robar en una joyería.

-¿ Todo en orden Poché?

-No quiero ir, sabes que para hacer esto me pongo muy nerviosa- dice angustiada -por favor Beto déjame aquí, no me obligues a ir- suplica

-Lo siento Poché pero si no te llevo tu padre la agarra contra mi y entonces los dos estaremos en problemas, de verdad lo siento pero tienes que venir con nosotros-

-Esta bien voy pero me quedo en el auto-

-Si no haces tu parte ya sabes que el Sapo le dirá. Por algo su apodo no crees- intenta bromear, pero poché sigue angustiada

-¿No te voy a convencer cierto?-

- No mi niña, lo lamento- ella suspira y asiente

-Voy a prepararme entonces- dice y se va

"Ay mamita no sé si al menos tú si me querías pero te pido que me cuides en esto, sabes que me pongo muy nerviosa al hacer este tipo de cosas. Por favor ayúdame y que algún día pueda salir de aquí y vivir una vida nueva, te lo pido mamita" decía María José viendo para el cielo.

Pasaron las horas y ya eran las dos, todos empezaron a subirse a las camionetas que llevarían, en total eran seis las personas que iban. Dispuestos a todo.

-Listo conecta el equipo- decía Beto al bajar de la camioneta. Empezaron a instalar el equipo para desactivar la alarma

-Ya está Beto podemos entrar- dijo el encargado. Todos se pusieron sus gorros y entraron con un costal en la mano para agarrar lo que pudieran. Pero con lo que no contaban es que en cada vitrina de joyería había una alarma que se activaba con el rompimiento del cristal y que no sonaba en el lugar directamente sino que en la agencia de seguridad establecida.

De repente escucharon el sonido de la policía, todos se alteraron y empezaron a guardar todo, sacaron sus armas y empezaron a disparar.

-¡Salgan de ahí, están rodeados no pueden escapar! -le decía el oficial por el alta voz

-Mierda ¿cómo pasó esto?-

-Nos van atrapar- dijo Poché con miedo

-Te callas, no llames la mala suerte- le dijo El Sapo muy enojado

-Por si no te has dado cuenta, nos tienen rodeados- dijo alterada

-Se callan los dos- reclamó Beto -escuchen no tenemos otra opción más que salir de frente disparando, al ver tanto dispara no van hacer nada solo cubrirse. Sapo te llevas todos los costales atrás mientras nosotros disparamos y te vas derecho a la camioneta-

-Es muy arriesgado-

-Es la única opción Poché, lo siento pero no hay otra forma. Todo va a estar bien confía en mi- dice y la mira con nostalgia

-Confío en ti- le sonríe

-Bien, ahora todos a sus posiciones- todos toman su lugar y empiezan a disparar para salir del lugar. Y tal y como dijo Beto todos los policías lo único que hicieron fue defenderse. Así que cada uno empezó a correr para largarse de ahí cuando de repente se escuchó un grito.

-¡Ah!- gritó Poché al recibir un impacto de bala por la costilla izquierda -¡ayúdenme!- gritó pero nadie regresó, Beto solo la vio pero cuando quiso regresar los policías empezaron a disparar y solo se fue dejándola ahí a su suerte. 

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