Mis más grande adicción

55. Era ella

Daniela

Llegué al restaurante, dije que Mario me esperaba y la señorita me guió hasta la mesa asignada.

-Hola-saludé y él inmediatamente se levantó a saludarme con un beso en la mejilla y un abrazo.

-Hola Calle, gracias por aceptar mi invitación-nos sentamos y en ese momento llegó el mesero, los dos pedimos lasaña y nos pusimos a conversar-¿Y qué tal la universidad?-preguntó interesado.

-Bien, cansado pero bien, ya está por terminar el año así que ya te imaginarás, todo es más difícil-

-¿Te falta mucho?-

-Es mi primer año-

-¿En serio? Wow pensé que estabas por salir-

-No-hubo un momento de silencio, algo incómodo pues ninguno de los dos decía nada-¿Y qué era lo que querías decirme?-

-Pues como ya te comenté, mi papá decidió alquilar tu casa, pero también está considerando la propuesta de que si en algún momento ustedes quieren venderla él la compra-dijo y me sorprendí bastante.

-¿En serio?-

-Sí al parecer le gustó mucho la casa y su lugar en el hospital del Valle está más que asegurado-

-Bueno pues, se lo voy a comentar a mi madre-dije y él solo asintió, en eso llegó nuestra comida y nos pusimos a comer, de vez en cuando teníamos una conversación y otras solo había silencio, Mario en un principio si me ponía algo nerviosa, pero ahora me doy cuenta que no es el mismo nerviosismo que me genera Poché, definitivamente es ella a quien amo con mi vida entera y no pienso intentar nada con nadie más a menos que ella decida sacarme de su vida para siempre.

La cena terminó y nos despedimos, él se fue en su carro y yo en el mío. Cuando llegué a mi apartamento le llamé a mamá para contarle lo que él me dijo, pero ella dijo que aún no quería venderla, porque esa casa era de los dos con mi papá, así que por el momento solo la alquilaría y que cuando él salga de su rehabilitación hablarlo con calma y juntos tomar una decisión.

Y así los días fueron pasando, las clases continuaron igual, el trabajo también y debo decir que me encanta ahora que gano mi propio dinero. Pero este día se sentía mas triste de lo normal, pues era 31 de octubre y su ausencia me dolía más que nunca. Hace un año me estaba entregando a ella por primera vez, el tiempo pasa rápido que aún no puedo creer que hace dos años ella vino a nuestras vidas. Sin embargo mi mamá me contó que ella si es hija biológica de Juanca, cuando me lo contó me quedé en shock, todo lo que pasó es algo muy fuerte. Ahora entiendo por qué Juliana se interesó bastante en conocerla, si ella ya la conocía y quería como hermana.

Me levanté y decidí hacer de desayuno unos huevitos con una arepa. De almuerzo compraría McDonal's en su honor, esa era su comida rápida favorita, hoy no teníamos clases así que aprovecharía para estar en casa todo el día viendo series o alguna película.

Ya por la noche fui a la casa de Juanca, quería pedirle un favor solo espero que me diga que si.

-Buenas noches Sole-dije al entrar.

-Buenas noches señorita Calle-desde que pasó todo eso con Poché ella solo me trataba así.

-¿Está Juanca?-

-Sí el Dr. está en su despacho ¿desea hablar con él?-

-Sí por favor-dije amable. Ella asintió y se fue a buscar a Juanca, cinco minutos después él llegaba a donde yo estaba.

-Hola Daniela que sorpresa-dijo saludándome-¿En qué te puedo ayudar?-

-Quería pedirte un favor-

-Dime ¿de qué se trata?-preguntó muy curioso.