63. Disfrutar cada minuto a su lado

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Poché

Terminamos de hacer el amor y me sentía la peor persona del mundo, Val es una gran mujer y no se merece esto, me acosté con ella pensando en Daniela, cerré mis ojos por la frustración que estaba sintiendo en este momento.

—Wow si que necesitaba esto—dijo calmando su respiración.

—Yo también—no sabía que responder así que fue lo único que se me ocurrió.

—Descansa amor—se acomodó entre mis brazos y se durmió.

No dejaba de pensar en todo lo que me estaba pasando, para mi ya no era un secreto seguía amando a Daniela pero tenía que respetar a Valeria por encima de todo.



Daniela

Estaba terminando de desayunar y tenía mucho sueño ayer no pude dormir por pensar en la loca decisión que había tomado con respecto a Mario.

Flashback*

—Mario lo siento—dije al separarme de él.

—Por favor no te disculpes, esperé tanto por un beso tuyo—

—No, esto está mal prácticamente te estoy usando—

—Y yo quiero que lo hagas—lo vi sorprendida—me acabas de decir que sigues enamorada de tu ex pero que también ya te diste cuenta que ella siguió su camino, así que quiero que intentes enamorarte de mí—

—¿Qué quieres decir?—

—Calle dame la oportunidad de enamorarte, dame la la oportunidad de ganarme tu amor—me toma de las manos—sé que ahora no lo haces pero si no lo intentas vas a seguir sufriendo por ese amor del pasado ¿qué dices? ¿Me aceptas? ¿Aceptas darme una oportunidad?—no sabía qué decir, tenía razón si no lo intentaba me quedaría sufriendo por el amor de Poché, viendo como ella es feliz con su novia.

—Acepto—dije decidida—acepto que nos demos esa oportunidad—él inmediatamente me abrazó.

—Gracias, gracias Calle, voy a dar todo de mí para lograr que me ames—

—Yo también Mario—dije abrazándolo.

Fin del flashback*

—Solo espero que esto funciones—dije en voz alta para mí misma. 

Salí del apartamento y me dirigí a la casa de Juana hoy era fin de semana así que no trabajaba y habíamos decidido pasar el día en su casa.

Compré lo que me tocaba para un asado y en todo el camino no paré de pensar en lo que sería mi vida a partir de ahora. Pues Mario como todo pretendiente ya me había mandado mensaje de buenos días, quería que saliéramos pero le conté de mi reunión de chicas y aceptó muy comprensivo.

Llegué y se escuchaba el sonido de la música, pues ellas desde hace un buen tiempo que vivían juntas en una hermosa casa que les había regalado la mamá de Juana, por eso es que ella quería casarse ya con Cami.

—¡Calle!—gritó Juana con emoción al verme.

—Hola chicas—dije saludándolas.

—Ven a la piscina—me dijo Cami ella estaba poniéndose bloqueador para sumergirse.

—Claro, solo voy a dejar estas cosas a la cocina—dije señalando lo que había llevado, ellas asintieron y se quedaron en la piscina, en eso se escuchó el timbre nuevamente y como yo estaba más cerca les grité que abriría a lo cual ellas agradecieron. Me dirigí a la puerta pero en cuanto abrí me quedé en shock.

—¿Daniela?—dijo ella también sorprendida.

—Poché ¿qué haces aquí?—dije de inmediato.

—Cami me invitó a su casa y acepté así que aquí estoy—dijo ella restando inportancia—no sabía que ustedes eran amigas de nuevo—

Mis más grande adicciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora