Mis más grande adicción

42. ¿Qué hice?

Poché

Escuché que alguien gritó, la cabeza me dolía, no quería abrir los ojos pero cuando vi en las condiciones que estaba desperté bien. Estaba desnuda con Paula a mi lado en las mismas condiciones, abrí mis ojos como platos voltee hacia la puerta y ahí estaba Daniela con lágrimas.

—Dani no...—

—¿ No qué?—me interrumpió—¿Qué me vas a decir? Que esto fue un error, no es lo que parece—gritó y Paula se despertó.

—¿Qué sucede?—dijo con su voz adormilada. Me levanté enseguida de la cama y busqué mi ropa, Daniela volteo para otro lado.

—Eso mismo quisiera saber yo, ¿cómo pudieron hacerme esto?—decía con dolor y eso me dolía a mí ¿qué hice?

—Dani mi amor por favor, aunque no lo creas esto no es lo que parece—supliqué.

—Poché no niegues lo que pasó entre nosotros—

—Es que no pasó nada—le grité—entre tu y yo no pasó nada—

—¿Cómo explicas esto entonces?—me dijo y Daniela nos veía incrédula.

—No sé, no sé nada. Dani mi amor por favor—

—No me llames así. ¿Te acostaste con ella porque estabas celosa de Pipe?—yo negaba—Por eso lo hiciste verdad, me dejaste allá fuera porque sentiste celos de Pipe y para desquitarte te cojiste a mi amiga—

—Ni mi amor yo...—

—¡Basta! No quiero verte, no quiero escucharte, no quiero nada contigo Poché, tu y yo terminamos—dijo y sentí que se me partió el alma, mis lágrimas empezaron a bajar—me voy—dio la vuelta y se fue.

Paula se bajó de la cama y empezó a buscar su ropa ¿cómo es posible que pasó todo esto? ¿ en qué momento ocurrió? Lo último que recuerdo es que estaba en la sala con ella pero bebiendo cerveza, algo andaba mal, vi todo a mi alrededor y todo era un desastre, yo era un desastre.

—¿De verdad no te acuerdas de nada?—preguntó y lo único que quería hacer es golpearla para que me dijera lo que había pasado.

—Tú sabes que entre tu y yo no pasó nada—dije con enojo.

—¿Lo recuerdas?—dijo porque sabía que no recordaba nada.

—No, pero yo nunca me acostaría  contigo, yo amo a Daniela con mi alma entera y ella es a la única que deseo hacerle el amor—

—Pues parece que hoy si pudiste estar con alguien mas, porque—se acercó a mi oído—me encantó la forma en como me cojiste—me susurró y lo único que hice fue recoger mi chaqueta y algo más de ese piso. Salí como alma que lleva el diablo, no quería estar un segundo más en ese lugar.

Arranqué el auto y lo único que hice en todo el camino fue llorar, llorar y tratar de recordar lo que había pasado esta noche ¿qué hice? Era la pregunta que retumbaba en mi cabeza, intenté llamarla pero me mandaba a buzón. Solo espero que se encuentre bien, iba a mi casa pero cambié de dirección ahora me dirigía a su apartamento. Demore un poco en llegar porque no era a donde venía, bajé y el portero estaba ahí.

—Buenas noches—

—Buenas noches señorita ¿ sé encuentra bien?—debo verme fatal para que haga esa pregunta.

—Sí, no se preocupe ¿podría decirme si Daniela Calle se encuentra en su apartamento?—

—Sí la señorita Calle llegó hace unos minutos con el joven Felipe—dijo y abrí mis ojos como platos.

—¿Él está con ella?—pregunté rápido.

—No, él no tiene permitida la entrada a solas con ella, así que se tuvo que ir—en ese momento le agradecí a Germán por dar esa orden.