Mis más grande adicción

70. Más viva que nunca

Daniela

Estaba acostada en el pecho de Poché y no había nada mejor que esto, estamos juntas, después de todo nuestro amor siguió vivo y triunfó. Estábamos en silencio pero en uno cómodo, ella me acariciaba el pelo y yo su abdomen, no sé qué estaría pensando ella pero yo en lo único que pensaba era en si decirle ahora mismo sobre mi embarazo o me espero unos días. No sé cuál sería su reacción aunque estoy muy segura que se alegrará tanto como yo lo hice.

El sonido de la puerta abrirse me sacó de mis pensamientos, era mi mamá junto a Marc que habían vuelto de su cena de negocios, ellos tenían una pequeña empresa de publicidad mi mamá siempre fue buena en eso y junto a Marc esos sueños se estaban haciendo realidad.

Poché estaba nerviosa que en cuanto escuchó la puerta abrirse con cuidado de no lastimarme se sentó.

—Amor tranquila—

—Hace mucho que no veo  Mafe ¿y si me odia por todo lo que pasó?—

—Gorda eso no es posible, mi mamá te adora—escuchamos sus voces acercarse y ella se tenso más.

—Ya volvimos chiky—su rostro fue de sorpresa al ver a Poché ahí—¿Pochesita?—rodee mis ojos ante el apodo y ella al escuchar que la llamó así se relajó porque supo que nada había cambiado en mi mamá.

—Hola Mafecita ¿cómo estás?—la saludó igual que antes.

—Que sorpresa encontrarte aquí—se acerca y le da un abrazo—¿hace cuanto llegaste?—

—Como dos horas—

—Perdón por no recibirte pero teníamos un asunto importante—

—No te preocupes ya Daniela me explicó—me tomó de la cintura y a mi mamá se le iluminaron los ojos.

—¿Ustedes dos ya...se reconciliaron?—nos volteamos a ver y las dos sonreímos como estúpidas.

—Sí ma' Poché vino a explicarme todo lo que pasó y arreglamos todo, así que oficialmente somo novias otra vez—

—¡Ayy que felicidad!—nos abrazó con mucha emoción—felicidades yo siempre supe que su amor era mas fuerte—

—Gracias Mafecita—dijo ella.

—¿Daniela ya le contaste?—dijo refiriéndose a mi embarazo y abrí mis ojos como platos. Ella me vio confundida y no sabía qué hacer.

—Eee sí ya le conté quee...que te casaste con Marc—dije señalandolo y ella captó de inmediato.

—Claro señor mucho gusto perdón por no saludarlo—dijo Poché saludando a Marc.

—No te preocupes que ni siquiera Mafe se molestó en presentarnos—dijo viéndola haciéndose el ofendido.

—Es mejor que te vayas acostumbrando Marc que cuando mi mamá tiene cerca a Poché se olvida hasta que yo soy su hija—

—Ya van los celos—dijo ella defendiéndose y todos reímos.

Nos sentamos en la sala a conversar, estábamos muy felices, nuestras conversaciones eran de todo un poco y debo admitir que me sorprendía la facilidad con la que Marc y Poché se entendieron, mi mamá y yo sonreímos como bobas al verlos interactuar, pero ¿qué podíamos hacer? Si estas personas nos tenían muy enamoradas.

—Bueno creo que es hora de irme—dijo Poché poniéndose de pie y yo la vi sorprendida.

—¿Te vas?—

—Sí amor debo ir a buscar un hotel y me imagino que ya quieren descansar ya es muy noche—

—Nada de hotel te quedas aquí—dijo mi mamá y yo sonreí.