Había una vez, una chica medio humana, y digo medio porque nadie sabía si tenia corazón, o que tenía ahí dentro. Algunos decían que tenía el corazón de hielo, otros de piedra, de acero... Ya no sabían que elementos mas nombrar. Ella tenía un corazón, como el tuyo o como el mío, incluso mil veces más grande. Lo que pasa es que de tantas cosas que le habían pasado, decidió cerrarlo a cal y canto. Así, si algo mas le pasaba ya no lo sentiría. Solo que claro, como Aquiles tenía su talón y yo te tengo a ti, ella tenia su debilidad. Como se suele decir, en las manos adecuadas se derretía o se fundía... la cosa es que para él siempre tuvo el corazón abierto y latiendo con mas fuerza que nunca, porque él era su guardián. Era la única persona que cuidaba de ella y de su corazón. Su guardián...