Para nosotros, la derecha siempre ha sido el lado correcto, por el que todo va bien , el lado bueno de las cosas. Pero, ¿y la izquierda? Que yo sepa la izquierda es el lado opuesto de la derecha, y por ello asociamos que es el malo. Por ejemplo cuando decimos que te has levantado con el pie izquierdo, necesariamente tienes que estar de mal humor, y no. Ojalá el mundo no estuviera ya tan condicionado. Estos tópicos son a los que debemos dar la vuelta. Que si mi vida va mal y desvío mi camino a la izquierda, sea más feliz, y seré feliz diciendo que escogí la izquierda, que confíe en ella y me arriesgué. Que le di la vuelta al mundo, y ahora el lado bueno es el izquierdo, a veces hay que mirar un poco más allá de lo que conocemos y creemos y tal vez nos llevemos una sorpresa. He vuelto al mundo ambidiestro.
