Ella, cabezota, orgullosa, a veces débil y muy alegre. Él, también muy cabezota, luchador , buena persona e idiota. Eran muy parecidos, compartían muchos gustos, de todo tipo. Vivieron todos los momentos juntos, pero ella los reviviría todos y cada uno de ellos, pero solo con él. Pasaron por todo, malos y buenos momentos, pero los buenos son, a fin de cuentas los que se quedan. Ella daría todo por él, él, estaría allí siempre para ella. A pesar de todo lo malo, de estar separados, siempre volvían a ellos. No podían estar separados. Él adoraba sus mofletes y como era ella, ella, adoraba su forma de ser y esos ojos tan verdes... Ah no, bonitos quería decir; esos ojos que se iluminaban cuando estaban juntos, que delataban su estado de ánimo. El estuvo ahí para ella y lo que él no sabia es que ella estaría para el las veces que hiciera falta, juntos o separados, ahora o cuando fuera. El recordaba todas y cada una de las fechas, ella olvidaba las malas aun que alguna se le quedó, pero realmente las fechas en sí no importan, sino lo que se celebra, o me equivoco?
Su relación no tenía sentido para nadie, salvo para ellos, aun que no tenía un sentido complicado, se querían y eso les bastaba, no tenía mas sentido para ellos. Él, la quería con locura y lo que no sabía era que ella también, quería a su idiota mas que a ella misma y que pasó todo lo malo por lo que le tocó por él y que no lo cambiaría por nadie mas. Eran una pareja algo extraña, nunca supieron explicar su historia, pero se querían como nadie, como un idiota quiere, bobamente. Eran como imanes decían... Pero a la vez iguales...
