Correr

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Deja todo atrás, corre hasta que las piernas te empiecen a fallar. Corre y ve donde quieras. Lo pasado es pasado y el presente es que estas persiguiendo lo que quieres. Aléjate el tiempo que te haga falta, aíslate si te hace falta. Piérdete. Sólo así te conocerás a ti mismo. El pasado déjalo atrás, no hagas como si no hubiera pasado, recuérdalo, que ese dolor en el pecho desaparecerá. Y mientras corres recuerdas todo, todos esos momentos felices, y ya no te entran ganas de llorar, estas bien; sigues corriendo. Desde ese día, en el que todo se te echó abajo, ese día en el que lloraste con ese dolor en el pecho, desde ese día no has vuelto ha llorar. Desde ese día te dijiste que no volverías a perder el tiempo y no lo has hecho. De repente te vienen imágenes y te contienes, se vaporizan. Levantas la cabeza y recuerdas que ahora eres feliz, ves la gente de la que te has rodeado desde entonces y no la cambiarías por nada, la sonrisa te sale sola. No cambiarías nada y estas orgullosa de eso. Cada vez que te vienen esas imágenes, luchas por estar bien, y esa lucha, esa lucha un día te hará recordar y veras lo fuerte que te hiciste. Sigues corriendo y empiezas a notar las piernas que te pesan. Te dices a ti misma que aquí no puedes parar, sabes donde estas, y entonces sigues corriendo. Sigues corriendo. Los recuerdos y las imágenes se han ido, paras,cierras los ojos y respiras y notas el aire entrar en tus pulmones. Cuando abres los ojos no te lo puedes creer, estas ahí, otra vez mas pero esta sin darte siquiera cuenta. Estas bajo su casa, frente a la puerta. Sigues dándole vueltas de cómo has acabado en su casa. Puede que en el fondo quisieras, pero no deseabas ir ahí. Solo te tenias que perder y mira donde has acabado. Respiras, te vuelven las ganas de llorar y explotas. Explotas y te sientas en el escalón. Demasiado recuerdos felices, te agobias y ya no notas el aire entrar en tus pulmones. Te quedas llorando un rato hasta que empiezas ha aclararte la mente. Rápidamente te levantas y sales corriendo, miras atrás y lo ves ahí, no sabes si es él, o ha sido imaginación tuya. No le quieres dar importancia y piensas a donde ir. Cuando te das cuenta ya estas en la playa. Te sientas, respiras y ya notas el aire, te quedas allí un rato. Te quedas pensando, recordando y dandole vueltas. Pero no llorando, tu misma te dices que no volverás a llorar. Van pasando los días y tu promesa se cumple poco a poco. Ya han pasado meses, eres feliz con la gente que te rodea y desde entonces no has llorado mas, a pesar de tener que verle a menudo. Lo has superado y tu sola, te sientes orgullosa y sonríes. A pesar de todo, lograste llegar a donde querías.

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