Cuando una persona entra en tu vida, te dedica tiempo, te demuestra cariño e incluso amor, dedicación, te da una parte de sí misma y tu le das una tuya. Pasa que te vas acostumbrando a esa persona, los días son mas cortos y últimamente te ves mas feliz a su lado. Te encanta cada vez que le ves, esas mariposas no han desaparecido aún. Vives momentos geniales que siempre recordarás, los días se te pasan volando. Pasa que cuando estas con esa persona te olvidas de todo, de lo malo principalmente. Le vas dedicando tiempo, vas creando ciertas rutinas; y viceversa. Después de tanto tiempo, cuando todo lo que haces por o con esa persona te parece normal, costumbre; esa persona se marcha, se lleva consigo todo lo que le has dado, una parte de ti. Y lo peor es que si se llevara todo lo que te ha dado, seria como borrón y cuenta nueva; pero no es así, te deja cada momento, cada mariposa, cada sentimiento. Todo lo que has vivido junto a esa persona te parece irreal. Pasan los días y en ciertos momentos no sabes que hacer, lo que solías hacer, con esa persona, se fue. Todo eso deja un vacío. Llega un momento que solo pasan los días, pero no los vives. Vuelves a la misma rutina, no tan buena como la de antes, y poco a poco vas rellenando esos huecos, o te los rellenan, o aprendes a rellenarlos tu. Los días son mas amenos, te vas recuperando, estas mas feliz...
Pero en el fondo sabes, que no habrá días mas felices que los que viviste con esa persona...
