Aveces nos enganchamos tanto a algo, que sólo nos consumimos, como una vela, para que el otro no tenga frío. Nos enganchamos a lo que nos hace daño. Y como la droga, nos consume poco a poco. Pero como esa droga tiene esos ojos, no hay quien nos desenganche. Hay gente que se engancha al alcohol y yo me enganché a ti, e hice muy mal. Cuando se nos acabó el amor y cuando con querer no bastaba, me enganché y no me di cuenta. Mientras me consumía a ti solo te calentaba más, mientras yo me deshacía tu crecías, y no lo veía. Hasta que llegó el día en el que no me quedaba más que dar, ni fuerzas; las que gasté en intentar salvarnos; no me quedaba nada, ese día lo vi. Y fui capaz de pedir ayuda e ir a rehabilitación. A día de hoy sigo yendo a rehabilitación, me va muy bien, allí todos saben nuestra historia, ya casi me he desenganchado de ti...
