La Historia De Royce (✔️)

'Las ventajas de vivir con mis abuelos'

—Servicio comunitario —leyó mi abuela el papel que tenía en sus arrugadas manos —. Horas de servicio comunitario —repitió.

—Las he hecho todas —sonreí, satisfecho por mi gran sentido de la responsabilidad.

Ellos suspiraron, agotados.

—No quiero que esto vuelva a suceder, Royce —habló mi abuelo, refiriendo a la comida de tierra que le había dado al imbécil —. No aprobamos la violencia, lo sabes —sus miradas cansadas se fijaron en mí.

Me gustaba que mis abuelos no fingieran ser fuertes todo el tiempo, incluso si me tenían a mí, quien también estaba en una situación lamentable, ellos eran claros con sus sentimientos y los expresaban.

Extrañaban a mi hermano.

Yo también lo extrañaba.

—No volverá a suceder —aclaré —, pero —. Me detuve en el instante que intenté decirles que podía golpear a la mujer idiota que andaba buscando.

Golpear a las personas no estaba bien y yo era consciente de eso. No andaba por el mundo rompiéndole la nariz a unos desconocidos, pero hay personas que no contribuyen a no ser golpeados.

—Sobre el instituto —estaba limpiándome la cara cuando mi abuelo se cortó a sí mismo, en un intento absurdo por analizar sus palabras —. Puedes terminarlo desde casa.

Eso me aliviaba.

No tenía los ánimos para mirar a mis compañeros, aun cuando había dejado asuntos sin arreglar en mi antiguo colegio.

Les sonreí, agradecido por su comprensión.

—Tengo algunas cosas que preparar —busqué un pretexto para irme.

Su mirada juzgadora me detuvo sentado.

—Royce —comenzó diciendo mi abuelo —. El otro día, escuchamos ruidos extraños provenientes de tu habitación.

—Era el gato —me defendí con rapidez.

—No tenemos gatos, Royce —recordó mi abuela.

—Pues, deberíamos. No me gustan los gatos negros, parecen traer malas vibraciones. ¿Qué opinan de un gato con manchas? He visto algunos en internet, son hermosos. Podemos adoptar uno.

La idea de los gatos me estaba emocionando, hasta que mis abuelos volvieron a llamar mi nombre y hacer que centrara mi atención en ellos.

—No sabemos cómo funcionan las cosas en la actualidad. Solo queremos lo mejor para ti, Royce —sus labios resecos se pegaban cada vez que ella hablaba.

—Lo sé —admití.

Solo había visto esos videos meramente por curiosidad.

—Royce —esta vez fue mi abuelo quien no dejó de llamarme.

—Lo sé —repetí. Una pequeña carcajada escapó de sus bocas.

Vivir con mis abuelos traía muchas más ventajas que desventajas, pero me hubiese gustado que ellos no me escucharan masturbándome con ese video viejo encontrado en ese sitio extraño.

...

"Mi cuerpo siente esto" "mi pene se siente extraño por las mañanas" "de la nada me entran ganas de llorar".

Esas eran cosas que decía al aire, esperando tener una respuesta de tu parte. Seguía sin aceptar la idea de que no me hablarías y dirías que era parte de crecer, tampoco me darías soluciones lógicas, mismas que yo no miraba porque me alteraba con facilidad.