Capitulo 3

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Disclimer: La historia no es mía le pertenece a Eliza_Cameron yo solo la traduzco al español con su permiso.

– ¡Oppa!

Eun Yeongro salió corriendo del dormitorio de la Universidad de Hosu, bajó los escalones y se dirigió hacia el joven alto y de cabello corto que esperaba junto a un viejo automóvil pintado de blanco marfil.

Eun Yeongu se rió entre dientes, extendiendo los brazos y atrapando a su hermana pequeña mientras se arrojaba sobre ellos – Annyeong, Yeongro-ya.

La chica de 21 años le sonrió, alejándose del abrazo – ¡Sobreviví mi primer año de universidad, oppa!

Yeongu sonrió, alborotando su cabello negro – Estoy tan orgullosa de ti, Yeongro-ya. Vamos, pon tus cosas en el maletero. Si no hay mucho tráfico, quizás tengamos tiempo de ir a ver a Halmeoni antes de la cena.

Yeongro asintió con entusiasmo, arrojando su maleta llena de cosas que traía para las vacaciones de verano en la cajuela del auto de Yeongu. Cerró el maletero para ella y ella saltó al asiento trasero. Yeongu se sentó en el asiento del conductor, pero no antes de escanear un total de tres sesenta a través de la pequeña parte del campus de la universidad que podía ver.

Si Yeongu parecía un poco nervioso, Yeongro no se dio cuenta o decidió no mencionarlo mientras encendía el motor del auto y se alejaba del dormitorio, en dirección a la puerta principal de la universidad. Mientras tanto, Yeongro parloteaba una y otra vez sobre todas las cosas que había hecho en su primer año en Hosu, las clases que había tomado y los amigos que había hecho. Por una vez, a Yeongu no le pareció molesto. Él solo escuchaba, sonriendo de vez en cuando ante la alegría de su hermana. Estaba contento de que ella aún conservase su energía e inocencia juveniles, mientras que para él, el último año había sido... duro, por decir lo menos.

Yeongu salió de la carretera principal y comenzó a conducir el automóvil hacia los suburbios, donde estaba su apartamento. Desde que su madre murió y su padre se había casado con otra mujer, ni Yeongu ni Yeongro podían soportar quedarse en casa nunca más. Yeongu tenía un trabajo y pudo pagar un pequeño apartamento cerca de la tienda de pasteles de arroz de su abuela. No era la vida de lujos a la que estaban acostumbrados, pero ambos la preferían mucho a su antigua casa, que ambos consideraban prácticamente inhabitable. Sin embargo, últimamente, Yeongu se había sentido bastante solo en su apartamento, ya que Yeongro se había mudado al dormitorio de la Universidad de Hosu el año anterior.

Pero ella estaba de regreso ahora y se quedó durante la totalidad de las vacaciones de verano. Yeongu no podría estar más emocionado. Su hermana pequeña significaba el mundo para él.

Llegaron al bloque de apartamentos y Yeongu encontró un lugar para estacionar cerca de su puerta. Salió y abrió el maletero, sacando el equipaje de Yeongro para ella. No había empacado mucho, la mayoría de sus cosas se quedaron en el dormitorio. De todos modos, ya tenía muchas cosas en el apartamento de Yeongu.

– Gomowoyo, oppa – dijo Yeongro cuando insistió en llevarle el equipaje.

Se encogió de hombros con una sonrisa y presionó el botón del elevador para el tercer piso. Su apartamento no estaba lejos del ascensor. Abrió la puerta y Yeongro la empujó con entusiasmo, corriendo hacia su antigua casa. Inmediatamente se arrojó sobre el cómodo sofá gris, abrazando un almohadón contra su pecho.

– ¡Extrañaba tanto este lugar!

Yeongu se rió entre dientes, dejando la maleta de Yeongro junto a la puerta de su pequeña y vieja habitación. No se había atrevido a tocar nada del interior mientras ella estaba en la universidad. Yeongro era un poco un fanático del orden, mientras que ciertamente no lo era. Entraría en pánico si incluso una cosa de ella estuviera fuera de lugar sin que ella hubiera sido la que la movió.

Yeongro de repente saltó del sofá – ¿Podemos ir a ver a Halmeoni ahora? ¿Por favor?

Yeongu la miro – ¿No quieres que te reasienten primero?

–Anniyo –  dijo Yeongro – Quiero ver a Halmeoni. Ha pasado tanto tiempo...

–Aish, está bien –   sonrió Yeongu, incapaz de resistirse a los suplicantes ojos de cachorro de Yeongro – Vamos.

Yeongro chilló de emoción, lanzando sus brazos alrededor de Yeongu antes de correr hacia la puerta – ¡Vamos, oppa! ¡Vamos!

Yeongu suspiró para sí mismo antes de sacudir la cabeza y seguirlo.

– Las cosas que hago por esa niña...

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Mientras tanto, al otro lado de la ciudad se encontraba la Universidad Femenina de Hosu, una escuela orgullosa, una de las más reconocidas del país. La mayor parte del alumnado se había ido para las vacaciones de verano, tanto en el país como en el extranjero, pero aún quedaban algunas personas. Entre ellos estaban Pi Seunghee, la dueña de casa del dormitorio, Gye Bunok, la joven telefonista y Kim Mandong, la administradora de las instalaciones del dormitorio.

La habitación de Mandong estaba en el sótano del dormitorio, en su mayoría llena de herramientas y varios proyectos de reparación en los que estaba trabajando, pero debajo de su cama había una mochila escondida que contenía una radio y un libro de códigos. Cerró la puerta del sótano, en caso de que alguien entrara, y sacó la mochila de debajo de la cama baja. Lo abrió, puso la radio en su escritorio, luego sacó el libro de códigos con un lápiz. Encendió la radio y el sonido de chirridos y estática llenó el aire húmedo del sótano. En los fragmentos de voces que escuchaba en la radio, normalmente no había nada relacionado con él.

Pero esta vez era diferente.

– Haegeumseong 1, tienes una nueva misión .

Los dedos de Mandong, aunque viejos, todavía eran rápidos y ágiles, y su mente aún más. Anotó el mensaje tal como le llegaba por la radio.

– Los intentos de los otros agentes de mantener al agente surcoreano Galaxy en América fracasaron. Black Tiger ha ascendido al poder en la ANSP. Necesita ser derribado. Si no puedes capturarlo con vida, debes eliminarlo sin piedad .

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NOTA: LAS TRADUCCIONES DE TÉRMINOS COREANO ESTÁN DISPONIBLES EN EL GLOSARIO

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