IN THE DARK

Capitulo 12

Discliminer: La historia no me pertenece es original de Eliza_Cameron yo solo la traduzco al español de la obra original con su permiso.

Decir que Lim Sooho estaba estresado sería quedarse corto.

Dado que el caso se había reabierto el día anterior, había pasado cada momento de su vida tratando de obtener información que pudiera conducir a identificar la ubicación de Haegeumseong 1. Eso incluyó investigar todos los lugares a los que podría haber ido alrededor de Seúl y el resto de Corea del Sur, y los nombres de los posibles cómplices.

En resumen, fue agotador.

Entonces, cuando llegaron las tres de la tarde, estaba listo para un descanso.

Pero a su manera, su 'descanso' sería tan estresante como el resto de su jornada laboral.

Porque iba a una cita para tomar un café con Eun Yeongro, la hija de Number One, también conocida como Eun Changsu, la directora de la ANSP.

Un par de minutos antes, Jang Hanna lo había encontrado y le había pedido que buscara algunos papeles que había dejado en uno de los compartimientos de su automóvil, pero como no quería llegar tarde, le entregó la tarea y las llaves de Hanna. a Lee Kangmu, con quien se había topado al regresar de la oficina del Jefe. A Hanna no le importaría, siempre y cuando los papeles llegaran a ella.

Cuando Sooho salía de la oficina, se detuvo en el baño, se arregló el cabello y se alisó la ropa, haciendo todo lo posible por verse presentable. Esta era posiblemente la cita más importante a la que jamás asistiría.

Salió corriendo, subió a su auto y encendió el motor. La cafetería no estaba tan lejos de la oficina, pero aun así quería llegar un par de minutos antes. Era una cortesía, después de todo.

El tráfico era escaso y llegó allí sin problemas. Yeongro aún no estaba allí, así que tomó un puesto detrás de la pecera y esperó, mientras tanto se ocupaba de construir una torre de fósforos. Era algo así como una forma de arte que le gustaba perfeccionar.

Pudo construirlo con bastante rapidez, y estaba a punto de colocar el fósforo final cuando una voz lo sobresaltó.

–Annyeonghaseyo.

Sooho miró hacia arriba y vio a Eun Yeongro parada frente a la mesa, vestida con un vestido rosa claro y zapatos planos blancos. Se levantó apresuradamente y se inclinó cortésmente ante ella, con cuidado de no golpear las cerillas.

–Annyeonghaseyo.

Yeongro le sonrió angelicalmente y se sentó en el lado opuesto de la cabina, frente a él.

–Siento llegar tarde –dijo –Había un poco de tráfico.

–Anniyo, anniyo –  le aseguró – No he estado aquí por mucho tiempo.

Yeongro miró hacia la torre de fósforos, con admiración claramente en su rostro –El tiempo suficiente para construir eso.

–Oh – Sooho no pudo ocultar una sonrisa tímida – He estado construyendo torres de fósforos por un tiempo. Creo que esta es la más rápida que he hecho.

–Impresionante –comentó Yeongro. Le dio un codazo al último fósforo que estaba sobre la mesa –Solo uno más, ¿verdad?.

El asintió –Puedes ponértelo, si quieres. Justo en la parte superior, aquí.

Yeongro recogió la cerilla y con cautela la colocó encima. Sooho sonrió ampliamente, aunque no estaba seguro de si le estaba sonriendo a la torre de fósforos oa la hermosa chica que acababa de terminarla.

–Es perfecto –dijo –Ojalá tuviera mi cámara para tomarle una foto.

Yeongro rió cariñosamente – Es perfecto ...

Sus ojos se abrieron y ella lo miró.

–¿Hay algo mal? –Preguntó, preocupado.

–Vas a pensar que soy un idiota – se preocupó Yeongro –Ni siquiera he conseguido tu nombre todavía.

–Oh –dijo Sooho tontamente. Tampoco creía haber pedido nunca el de ella. Solo sabía su nombre por el archivo del caso de su hermano, pero no quería que ella lo supiera exactamente –Yo tampoco he conseguido el tuyo, ¿verdad?

–No lo creo– Yeongro se colocó un mechón de cabello detrás de la oreja. –Mi nombre es Eun Yeongro.

–Eun Yeongro – repitió Sooho. Su nombre salió fácilmente de sus labios. –Soy Lim Sooho.

Yeongro sonrió –Encantado de conocerte, Lim Sooho-ssi. Gracias por la cinta de ayer.

–Te lo dije, es una disculpa por encontrarte en la tienda de pasteles de arroz –dijo Sooho –Y no tienes que llamarme Sooho-ssi. Solo Sooho-ya funciona bien.

Ella asintió –Entonces Yeongro-ya también trabaja para mí.

Pidieron sus bebidas: para Yeongro, un batido de fresa y para Sooho, café con crema. Sooho insistió en pagar y Yeongro no pudo hacer que se moviera ni un poco. El cajero acababa de reírse de los dos y aceptó el won que Sooho le entregó. Regresaron a la mesa para esperar sus bebidas y Sooho golpeó accidentalmente la mesa cuando iba a sentarse. La torre de fósforos se derrumbó cuando la mesa se sacudió, y tanto Yeongro como Sooho instintivamente intentaron atraparla.

No pudieron salvar la torre, pero sus manos se tocaron en esa fracción de segundo. Sooho miró hacia arriba para ver el rostro de Yeongro mucho más cerca de lo que había anticipado. Sus mejillas se calentaron, y se alejó, sentándose mientras trataba de no traicionar lo mucho que su corazón estaba acelerado en este momento.

–Qué vergüenza... –murmuró Yeongro, sus mejillas también un poco rojas –Fue tan bonito.

–Lo fue – estuvo de acuerdo Sooho. Recogió las cerillas caídas y movió el posavasos que había estado usando como base al centro de la mesa entre ellos.

–Supongo que tendremos que construir uno nuevo entonces, Yeongro-ya.

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Kim Mandong logró escabullirse de la fábrica cerca del final de la jornada laboral. Todavía disfrazado con su ropa robada de trabajador de fábrica, se deslizó por el estacionamiento hacia el Jeep negro que había visto al agente Black Tiger abrir y sacar algunos papeles hace menos de una hora, antes de cerrar el auto nuevamente y volver a entrar al edificio.

Armado con una llave inglesa y un par de cortadores de alambre en sus manos enguantadas de goma, llegó al Jeep sin ser detectado, siempre mirando por encima del hombro para asegurarse de que nadie pudiera verlo. Rápidamente, Mandong abrió el capó del Jeep y cortó algunos de los cables de encendido, asegurándose de que el auto no pudiera arrancar. Para mayor seguridad, sacó los cables de las bujías y los arrojó al contenedor de basura en la esquina trasera del estacionamiento.

Su plan era simple: dejar varado al Black Tiger en la fábrica con un vehículo averiado y luego tenderle una emboscada por detrás mientras intentaba averiguar qué le pasaba al coche.

¿Qué podría salir mal?

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NOTA: LAS TRADUCCIONES DE TÉRMINOS COREANO ESTÁN DISPONIBLES EN EL GLOSARIO

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