El ancla

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Chiara

"Un nuevo día, una nueva perspectiva"
Pienso cuando me visto miro el reloj
Son las 5:30 AM.

Ya es hora.

Bajo y escucho música, especialmente "Ella" de Ricardo Arjona y visualizo a Gus, preparando quien sabe que en un pijama, cantando a todo volumen la canción. Aunque cuando me ve me, me señala con la sarten cantando.

"Y celebrar que está viva, explotando el libertad..."

Si, así son las mañanas con Gus, al menos veo que amaneció animado, así que ya no me preocupo.

Gustavo siempre ha tenido un carácter muy fuerte, cuando está mal, ya sea triste o enfadado se calla y se encierra en si totalmente.

Cosa que lo imposibilita de muchas maneras.

Pero ahora que lo veo haciendo unos waffles y preparando una crema de chocolate me desplazo tranquila, hasta uno de los sofás más cercanos de la sala con mejor vista a la tele para iniciar mi jornada del día.

Llamar a Pablo.

A veces puedo dejar pasar unas cosas, pero otras no y esta es de tomar decisión de una.

Lo más seguro David piensa que me estoy cuidando por el apoyo de Pablo, cosa que no se equivocaría del todo. Pero detrás de él, existe una red oscura de hackers bajo mi servicio que no les agrada para nada David, ya sea por los convenios que ha hecho, las acciones o simplemente porque sus vidas se vieron afectadas por el.

Cualquiera pensaría ¿Cómo puedo confiar al 100% Mi seguridad a un montón de sombreros negros?.

Sencillo, todos sus perfiles se los dí a Gustavo.

Luego de lo que me hizo, David, el se encontraba desesperado porque no me cuido, y no pudo evitar o prevenir el desmadre que sucedería; por eso busco desesperadamente una manera de ayudarme, ya que su mente no lo dejaba en paz y yo con las pocas ideas que tenía en ese momento le dije que crearíamos una red de protección para evitar lo que es y significa David en nuestras vidas.

Así que inicio mi día llamando a mi rubio favorito.

—Hola, chia —dice totalmente distraído debe estar jugando algunos de sus juegos, ya que está hora se la toma para hacer sus cosas personales.

Nosotros le dijimos que las rutinas eran malas, porque nos hacía predecibles por eso dos veces al mes las cambia, y nos damos cuenta por mensajes en papel.

No es bueno dejar un rastro digital.

—¿Cómo estás, bombón? Te veo algo distraído —Le comento como de costumbre.

Eso lo hace reaccionar y pausar el juego, para mirarme.

Literalmente es un bombón. Es rubio y tiene los ojos entre verdes y marrones. Nariz recta, labios definidos y pómulos resaltantes. Tiene algo de barba. Y el pelo, peinado de lado. Cosa que lo hace ver más dulce. Mide 1, 84. No tiene músculos, pero un estilo de vestir muy genial.

Por lo visto lo está demostrando ahorita, ya que está vestido para ir a Estrad. Portando una camisa blanca de rayas negras, con los tres botones abiertos permitiendo ver así una camisa de tirantes abajo. Si, su estilo nunca pasa desapercibido.

—Eh, si lo siento es que estaba viendo este nuevo juego GOD OF WORD. Kratos es un personaje genial, deberías jugarlo —dice viéndome y a la vez la pantalla donde está el juego.— ¿que te parece una reunión?

—No se, ustedes son muy competitivos —Le echo una mirada a Gus— y cuando pierden no provoca estar cerca de ninguno.

Es verdad se vuelven locos empiezan a pelear como si le hubiesen insultado a sus madres. Definitivamente, eso de los juegos no son lo mío. Aunque, sería algo hipócrita negar que me fascina la sensación de ganar.

Crisis de Estado (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora