Crisis de Estado (+18)

3+3= 6

Narrador (Omnipresente)

Ya era de noche y los seis jóvenes se estaban preparando. Tres de ellos asistirían a una recepción y el resto los acompañaría, por audio y video.

En ese momento se encontraba Gustavo Caliz en el cuarto de vigilancia, luego de que en la mañana su mejor amiga lo llamara diciéndole que era urgente y que tenia que ir.

Chiara y Pablo estaban, cada uno viendo las cámaras y analizando cada aspecto.

No porque fueran a salir Godric, Lucia y Victoria dejarían su casa desprotegida, por eso ellos se encargaron de dejar un sensor de movimiento que haría que toda la electricidad de su casa se fuera, la única forma en la que podría reactivarse es que alguno de esos tres ingresara la contraseña.

Al igual que sucedió con Gustavo quien dejo su casa sin luz, aunque el castaño tampoco es que le importara mucho que le revisaran sus cosas, mas bien, considera que seria un privilegio para la persona que lo hiciera. Pero por órdenes de su amiga instalo el aparato que le había sido entregado hace mas de dos semanas.

Y bueno no faltaba ser un genio para saber que tanto Pablo como Chiara tenían un sistema de seguridad avanzado, lo suficiente como para detectar a la personas que si quiera tomen una via cercana a su casa.

Por eso ahora se encontraban realizando una inspección con suma tranquilidad mientras Gustavo veía varios perfiles psicológicos de los supuestos invitados.

—Listo, y ¿ahora que? —dijo el castaño.

—¿Tan rápido? —Chiara vio el reloj—. ¿Cómo?

—Mi técnica es… leer lo importante —Se encogió de hombros—. y aquí nada lo es, ya todos los perfiles los asumía asi, por eso no me extraña nada —agrega al ver que iba a recibir un golpe en la nuca por parte de la pelinegra.

—Ya podemos probar el audio —intervino Pablo.

Quien revisaba las cámaras, mientras se estaba despidiendo de Cain por World of Warcraft, diciéndole que estaría ocupado por horas y que continuarían la partida luego. A lo que le respondió, que por supuesto.

Luego de estos meses Pablo decidió refugiarse bajo el manto protector que le ofrece la vida virtual, donde puede ser quien quiera y siempre habrán vidas de mas.

Siempre existirá una segunda oportunidad, no como en la vida real que una vez se va, no se recupera.

Pero eso no significaba que estuviera solo, no, tenia a sus amigos quienes estaban con el, pero el no encontraba manera de desahogarse, porque sabia que sus palabras serian producidas desde el odio y lejos de la razón, por eso decidió que su mundo era mejor si jugaba, pese a que este lo agotara, y le dejara ojeras que cada dia se le marcaban mas.

Pero últimamente, en estos tres meses había aparecido un jugador nuevo que lo había retado, que resulto ser Cain quien, no lo había notado interactuando en la web, ni comentando en los torneos, por eso decidió buscarlo, y ahora de vez en cuando se conectan y juegan una partida juntos, intercambian comentarios, técnicas, estrategias de juego.

Todo eso.

Pero eso hace que Pablo no se sienta tan solo, ya que hay alguien que si lo entiende, o que por lo menos para el si lo escucha, ya que, Cain no tiene nada que ver con el pasado de estos seis jóvenes prometedores.

—Ok, voy a buscar a Vic —Gustavo la miro mal.

El especialista en conducta humana, no le había gustado el hecho de que ellos cambiaran las reglas y que se estuvieran llamando por sus nombres sabiendo que corrían riesgo.