Cómo me afectas (+18)

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Nota: este contenido no es apto para menores de edad🔞. Si quieren pueden saltarlo.

......

Hace más de un año.

Narrador (Omnipresente)

—Con condiciones.

—Oye es solo una invitación—debatió—. Pero escucho.

"Que bonito labial rojo tiene" pensó mordiéndose los labios.

—Nada de menos ropa.

—Ok —dijo Gustavo levantándose a buscar el resto de sus prendas.

—Espera.

—¿Si?

—pero... Tampoco dije mas de la misma— el alzó una ceja asintiendo de acuerdo.

—Una lastima —sonrió pícaro.

"No hagas un incendio, Victoria" pensó ella meditando sus palabras.

—Nada de sexo.

—Nada de penetración —observó el dándose la vuelta buscando agua, ignorando el hecho que Victoria se puso roja.

—Exacto.

—¿Y que me detiene a quedarme aquí contigo toda la noche?

—Es si tú quieres. Yo también tengo cosas interesantes que hacer.

Mentira, ambos estaban más interesados en lo que sucedía y transpiraba entre ellos.

—No te creo.

—No te dije que lo hicieras —dijo ella y lo observó de arriba abajo—. Hay que quitarte eso.

Gustavo no aguanto la sonrisa que se le salió y la miró intrigado.

—Existen curiosos métodos de quitar la miel y me gustarían —mencionó el cómo si nada—. Sabes aún no me has dado mi regalo de este día.

—no es un intercambio.

—No. Es solo lo que tú órdenes y yo soy tu esclavo. Uno —se paso un dedo por el abdomen llevandoselo a la boca—, demasiado provocativo —le guiñó un ojo.

Victoria nego pero era para respirar mejor, ya que pensaba que el aire acondicionado no servía.

—¿Qué buscas?

—algo de beber y no hay.

—Mmm, yo voy a pedir algo...

—Lo hago yo, tranquila —lo interrumpió acercandosele poniendo un dedo en sus labios, Gustavo solo se los relamio a propósito causando un pequeño jadeo en Victoria.

—No, vamos hacer algo interesante —aseguró con una idea en mente.

—curiosamente me das miedo, pero también me excitas.

Victoria lo escuchó reír y negó mientras pedía un whisky de 59 años y vodka.

Al recibirlo, le ordenó a Gustavo que se acostara.

—¿Te gusta estar encima?

—Shhh.

Buscó entre las cosas y encontró una cinta que con ella se hizo tapándole los ojos.

—Esto me gusta.

"Me gusta mucho. Será el alcohol o su aroma el que me tiene embriagado" pensó Gustavo.

—ahora quédate quieto.

Victoria estiró sus dedos y rozó con ellos el abdomen de Gustavo, haciendo que este se tensara.

Crisis de Estado (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora