Prólogo

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Aℓ σтяσ ℓα∂σ ∂єℓ єѕρєנσ

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Por supuesto que han quedado varias dudas sin resolver como : el porqué y cómo llegó el espejo a manos de los abuelos de Ochako, bueno esa historia se remota a varios años atrás.

Se dice que en el pasado existían cuatro criaturas, cada uno custodiaba un punto cardinal  y se encargaban de proteger la paz y la vida en la tierra, para que los humanos tuviesen una vida prospera; sin embargo para los humanos nada es suficiente.
La avaricia y el orgullo nació en el corazón de varios lideres, provocando que las guerras se hicieran presentes, dando lugar a que diversos demonios surgieran de las tinieblas y se alimentaran de toda alma que pereciera en combate.
Los cuatro guardianes fueron llamados a la batalla y salieron vencedores, sin embargo su victoria no fue perfecta, pues en el camino el guardián del norte había perecido.  Aquello no impediría que los demás guardianes pudieran mantener el ciclo de la vida equilibrado; sin embargo es difícil mantener  un lineamiento sin la presencia de un líder.

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Pasaron años y parecía ser que el rastro de la guerra desaparecería por completo, y nuevamente se respiraría la paz; sin embargo el humano hizo de las suyas nuevamente.

Entre los grandes feudales, comenzaron a surgir rumores que decía que cada uno de los guardianes poseían un tesoro y si lograbas conseguir dicho objeto, podrías controlar al guardián y obligarlo a obedecerte. Sedientos de poder, diversos señores feudales comenzaron a enviar a sus tropas, en busca del escondite de los guardianes.

Por supuesto que aquellas creaturas no tardaron en darse cuenta de las intenciones de los humanos, y decidieron esconderse. Sin embargo uno de ellos  no quiso estar mas en las sombras.

──Yo soy el espíritu del viento, y el viento es libre. ¿Porqué debo limitarme a esconderme de escorias humanas? ──.

Los demás quisieron insistir, pero no alcanzaron a decir palabra alguna.
Dejando a los demás con la palabra en la boca, el espiritu del viendo salió de la cueva y desató su furia contra los humanos. Los  fuertes vientos provocaron que la abundancia de las cosechas  decayeran, las viviendas eran destruidas, y múltiples enfermedades se hicieron presentes debido al polvo que levantaban los ventarrones.

El guardián del viento se hizo temer, pero fue ese su gran error…pensar que realmente los humanos le temían.

No era un secreto que los guardianes no eran inmortales, que pese a ser creaturas poderosas, seguían siendo flores que se podía cortar. Un cazador y sus hombres fueron quienes lo acorralaron y acabaron con la vida del guardián del oeste, apropiándose de su tesoro…una rama enjoyada.

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Tras un tiempo, los dos guardianes que quedaban  quisieron dar la cara e intentar dialogar, lo cual no resultó muy bien.

Los humanos fueron inteligentes, les hicieron creer que realmente estaban dispuestos a llegar a un acuerdo, y acorralaron a los guardianes.

Los atraparon en redes y luego fueron por el de apariencia mas robusta, el guardián del sur. Sin embargo el otro logró liberarse y huyó, llevándose consigo el tesoro de compañero, un espejo...uno que permitía cumplir cualquier deseo y por ende, el que menos debería caer en manos humanas.
Gracias a que el tesoro del último guardián le permitía teletransportase, logró  esconderse por muchos años. Se estableció en un frondoso bosque, a donde ningún humano solía acercarse debido a lo sombrío de su apariencia.

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Cierto día, mientras paseaba, escuchó un leve llanto. Se trataba de una par de niñas humanas, que sollozaban una abrazada de la otra.

──Dejarlas morir a manos de los animales sería los mejor, sin embargo….──. Sin embargo, no es lo que sus compañeros habría hecho. Su deber era proteger la vida después de todo.

Se dejó invadir por la bondad y aceptó a aquellas dos pequeñas. Les crio como si sus hijas fuesen y les dio el don de la sabiduría para que pudieran ayudar y también protegerse de aquellos mal intencionados.

Al ser unas niñas, es normal que la curiosidad despierte en ellas, pero el guardián no les permitía alejarse del bosque.

Pero una simple orden no es suficiente para detener la curiosidad de una criatura, y al ver que no sería capaz de resguardar a sus pequeñas en el bosque por siempre; quiso intentar lo mismo que uno de sus compañero…llegar a un acuerdo con los humanos.

Habían pasado años, se había vuelto mucho mas poderoso, sin duda podría contra los humanos, si estos alzaban sus armas. Los haría doblegarse ante de él de ser necesario. Sin embargo  el paso del tiempo también fortaleció a los humanos, llegando incluso a asociarse con grandes hechiceros y espíritus malignos, fue ahí donde  el guardián del este tomó una decisión, esconder los dos últimos tesoros.

Sus dialogo no había resultado nada buen, ahora tenía una herida en su costado y no dejaba de sangrar. Aun así logro reunir fuerzas y forjó una enorme roca y en su interior colocó el espejo de su compañero.

──Oculta esto ──. Dijo, colocando su mano sobre su costado. ──Llévalo a un lugar lejano, tan lejano que ningún enemigo pueda encontrarlo. No permitas que alguien como mala intención llegue aquí, y maldice a aquellos que tengan deseos corruptos──.

Posando su mano sobre el cristal, permitió que su tesoro fuera absorbido por el de su compañero, seguidamente salió y sello la roca.
Los enemigos no tardaron en ir por él, sin embargo nunca dieron con el espejo, únicamente se encontraron con una enorme roca.

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Con forme pasaron los años aquellos tesoros pasaron a ser leyendas con muchas versiones. Unos decían que los guardianes no tenían ningún tipo de tesoro y fueron asesinados por demonios, sacrificándose así por los humanos. Otros decían que el espejo era tesoro de las hadas, y que había sido poseído por un pirata. Y algunos cuantos alegaban que el espejo en realidad era un lago y no era un portal, sino la fuente de vida eterna, que en cuyo fondo, estaba repleto de joyas.

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Al otro lado, una pareja de jóvenes esposos, festejaba la compra de su nueva. Sin imaginar que en patio de esta, enterrado en una montaña de hojas y ramas, se encontraba un valioso tesoro, el protagonista de una futura gran historia.

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Y así mismo como la historia paso a ser leyenda, aquella enorme roca fue tallada por la naturaleza y se transformó en una cueva. Dicha cueva sería visitada por un joven de capa roja, que pediría ver una vez más a la dueña de su corazón y sería llevado Al otro lado del espejo.

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Aℓ σтяσ ℓα∂σ ∂єℓ єѕρєנσ


Y he aquí algunos datos sobre esta historia.

Como ya saben existen dos espejos, uno capaz de cumplir deseos y el otro, un portal. El portal es el que permanece en el mundo de Ochako, mientras que el cumple deseos  está en el mundo de Katsuki.

Es casi imperceptible, pero el espejo de Ochako nunca cumplió algún deseos. La segunda vez que uso (luego de un mes que Bakugou se reunió con ella), Katsuki no pidió ningún deseo, al contrario fue Kirishima quien pidió ver nuevamente a su amigo y así, atravesó el espejo.

Cuando el portal se cierra y Ochako tiene aquella necesidad de ver a Katsuki (aunque no lo recuerde del todo), tampoco se cumple su deseo.
Pero, oye! Ochako ha logrado cruza, porque ella deseaba ver a Katsuki.
La verdad es que no. Cierto es que Ochako deseaba verlo, pero el deseo que ha cumplido el espejo ha sido el de Katsuki, quien tras verse derrotado pide ver a su amada una vez más.

La historia esta basada en la canción Guardian de Lindsey Stirling y también en mi anime favorito, Inuyasha.

El ying y yang me han servido de inspiración para crear Shirayuki y Kuroyuki.

La idea principal paso por varios cambios, desde que Ochako era una directora de museo, hasta que era la reencarnación de la amada fallecida de Bakugou. Así mismo el espejo, en un principio iba a ser un lado, aunque no sonaba muy bien que la pareja se mojara para poder verse (suena incluso obsceno :v)




Al otro Lado del Espejo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora