IX: Media noche

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De ante mano, Gracias por leer

Aℓ  σтяσ ℓα∂σ ∂єℓ єѕρєנσ

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¿Por qué se oía tan feliz al decir aquellas palabras?.

regresarás a casa”.

Acaso ¿ no disfrutaba de su compañía?, a lo mejor lo consideraba una carga.

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 Desde que partieron de la biblioteca, Ochako ha notado algo diferente en su acompañante, se mantuvo callado todo el camino, en silencio total. La chica incluso llegó a pensar  que en un descuido le habían cambiando a su rubio gritón y malhumorado por uno sumamente callado. Prefería a su rubio gruñón, caminar en completo silencio, comenzaba a incomodarla.

 Queriendo iniciar una conversación, invitó al chico a ir por unos cuantos panecillos para la cena, ella esperaba que el rubio al menos mostrará un poco de  entusiasmo, sin embargo…

 ──Yo te espero aquí──. Lo único que expresaba su rostro era un leve gesto de tristeza.

──¿Estará cansado? ──. Bajó la atenta mirada de la joven, Katsuki caminó unos cuantos metros y se sentó de manera india en una banca que yacía frente a la tienda de panecillos.

──¿Quizá enfermo?. Después de todo, su capa no le cubre completamente, la brisa pudo haberle afectado──. Uraraka seguía buscando alguna explicación del porque del comportamiento de su acompañante.

Luego de ir por los panecillos continuaron su regreso a casa, de igual manera, en completo silencio; bueno casi, la castaña siguió tratando de iniciar una conversación pero, el joven no le daba oportunidad a cada pregunta que le hacia, él daba respuestas cortas.

“si”, ”no”, “no lo sé”, eran parte de sus respuestas. Llegó un punto en que la chica se dio por vencida y decidió ya no hacer más preguntas.

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Quizás en casa podría por fin entablar una conversación. Caminó hacia la sala donde el chico se encontraba recostado en el sofá, dándole la espalda.

──¿Te parece si cenamos panecillos? ──. Preguntó, mientras mostraba la bolsa de panecillos.

 Su plan era hablar durante la cena y preguntarle si se sentía bien, sin embargo…

──No tengo hambre──. Contestó sin siquiera voltear a verla.

──¿Estará molesto? ──. Si era así, ¿Por qué estaría molesto? Ella no había hecho nada malo ¿o si?.

Ochako se acercó al sofá y le volvió a llamar.

──Bakugou──. Pudo verlo temblar levemente, a lo mejor Katsuki pensaba que la chica ya había salido de la sala.

──¿hum? ──. Fue su respuesta y seguía sin darse la vuelta.

El silencio perduró algunos segundos que, poco a poco se fueron sumando hasta convertirse en minutos.

──¿Se habrá ido ya? ──. Con esa pregunta en mente Katsuki se volteó, grande fue su sorpresa al ver que ella aun seguía ahí, viéndole fijamente, provocándole un leve sonrojo.

La castaña había pensado que aquel “¿hum?” era un balbuceo que el rubio alcanzó a decir antes de “dormirse”, aunque claramente no estaba dormido.

Al otro Lado del Espejo [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora