Al otro Lado del Espejo [Terminada]

X: Rival de amores

De ante mano gracias por leer

Aℓ  σтяσ ℓα∂σ ∂єℓ єѕρєנσ

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 Tras no escuchar ruido Ochako decidió ir a ver quien era el que tocaba.

──A lo mejor es un vendedor──. Suponía aquello pues Katsuki no había vuelto a la sala, grande fue su sorpresa al ver a su visitante.

──¿Izuku? ──. Un joven peliverde yacía en la entrada, mirando de forma casi temerosa a al imponente rubio frente a él, quien le veía de una manera no tan amigable.

 ──Uraraka──. Inclinándose un poco logró ver a la castaña.

──¿Y este imbécil quien es? ──. Pregunto Katsuki dándose la vuelta sin quitarle la vista de encima al joven pecoso.

Un incomodo silencio perduró tras la pregunta. Ochako por dentro moría de vergüenza por los refinados modales del ojirubi.

──Es…¿un amigo? ──. Izuku se atrevió a hablar, mientras que de forma hábil esquivaba al rubio para entrar al departamento y acercarse a la dueña.

──Es una larga historia──. Contestó simplemente para luego presentarlos. ──Bakugou, él es Izuku un amigo. Izuku él Bakugou──. Un chico que un día de repente salió de un espejo. Obviamente no diría lo último en voz alta.

──Izuku Midoriya, es un placer──. Dijo mientras extendía su mano hacia el rubio, el cual no respondió el saludo, únicamente se cruzó de brazos, para luego dar su nombre.

──Katsuki Bakugou──.

──Discúlpalo. Los modales de su lugar de origen son algo diferentes, ¿verdad Bakugou?──. Esto óltimo lo dijo mientras le daba leves codazos al rubio.

──Ya veo, así que es un extranjero──. Ahora era Katsuki el que se sentía incomodo bajo la mirada del peliverde, pues este le veía de forma analítica, tratando de averiguar de que país venía el compañero de su amiga con tan solo ver sus ropas.

──Algo así. Dime ¿Qué te trae por aquí? ──.

──Bueno veras…te traje esto──. Izuku le extendió una bolsa, la cual contenía  el postre favorito de la castaña.

Ochako sintió al ver el contenido de la bolsa. Un brillo apareció en sus ojos, brillo que Katsuki no había visto anteriormente.

──Gracias eres muy lindo──. Dijo ella

Katsuki pareció pasar a segundo plano, ambos jóvenes charlaba y el rubio se dedicaba únicamente  a verlos. Tuvo la idea de interponerse entre ellos dos, empujar al cabeza de arbusto para que se alejará de ella pero, claro tenía un enorme orgullo que le impedía hacerlo. Si lo hacía sería demasiado obvio.

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Pasaron los minutos, eternos minutos para el rubio. Ahora la pareja charlaba en la sala.

Fue ahí donde Katsuki notó algo. Un brillo en el rostro de la castaña, un dulce tono en su voz, lo suave de su risa, todo provocado por el peliverde.

¿Por qué no podía ser él, quien provocara aquellas dulces risas, aquel brillo en su rostro?

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──Te veré luego──. Se despedía el peliverde desde el marco de la puerta, listo para abandonar el hogar de la castaña. ── Mañana regresas a trabajar, ¿verdad? ──.