𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉

𝟬𝟳

Yeonjun se encontraba sentado en la sala de estudio mientras revisaba algunos de sus apuntes mientras que al costado de su cuaderno tenía un libro de información sobre el arte de las esculturas, le interesaba demasiado aquél tema pues sabía que en algún momento le tocaría participar de la exposición de arte que se hacía en la universidad por los alumnos de último año y a él le encantaría poder enseñar algo que de verdad le apasionara y fuera hecho con el tiempo y delicadeza que necesitara, no le importaba si era una simple demostración, él quería prepararse lo suficiente, como siempre lo había hecho.

—Hola Yeonjun... —El azabache levantó su mirada del libro para encontrarse con MinHee quien sonreía levemente—. ¿Puedo sentarme contigo?

—Oh... por supuesto Hyung —Respondió él mientras tomaba su mochila para bajarla de la mesa y así poder dejar que el mayor se acomodara junto a su lado.

—¿Qué estás haciendo? —Preguntó con curiosidad el de cabello verdoso mientras observaba el libro que el menor entre sus brazos.

—Reviso algunos apuntes, sobre esculturas —Comentó el menor sonriendo levemente mientras permitía que el mayor viera el libro.

—Suena interesante...

—No es cierto —Atacó él riendo ante la nerviosa expresión del mayor.

—Es cierto, no entiendo sobre eso —Confesó MinHee sonriendo algo avergonzado—. Pero puedes hablarme de eso y tal vez lo entienda...

—Me temo que llevaría mucho tiempo, no sabría por dónde empezar, pero algún día lo haré Hyung —Dijo Yeonjun riendo suavemente mientras volteaba a ver nuevamente su libro.

MinHee giro un poco su cuerpo hacia el menor y levantó una de sus manos para acomodar un mechón de cabello el caía por el costado de su rostro impidiéndole observar a detalle el lindo perfil del más bajo, Yeonjun algo curioso volteo a verlo encontrándose con los ojos del mayor observándolo de una manera que se le hacía difícil entender, por lo que se le hacía imposible apartar la mirada mientras sentía la mano del mayor acariciar con cuidado el costado de su rostro.

—Eres muy lindo...

—Hyung... ¿Por qué estás actuando así? —Pregunto él algo nervioso ante la actitud del mayor.

MinHee sonrió levemente mientras inclinaba un poco su cuerpo, dispuesto a besar al menor, el azabache contuvo la respiración por unos segundos al sentir los cálidos y húmedos labios del mayor posarse sobre los suyos mientras presionaba suavemente; no entendía que estaba pasando y ni siquiera era capaz de entender lo que él estaba sintiendo en ese momento.

¿Por qué se sentía tan diferente a la vez que Soobin lo había besado en la azotea?

Soobin... él era la persona menos indicada para pensar en un momento así, no tenía que pensar en él.

Hyeongjun levantó su mano y presionó suavemente el hombro del más alto mientras ambos se encontraban frente a la puerta de cristal que les daba acceso a la sal de estudio, Soobin había quedado paralizado al encontrarse con tal escena, no solo por el hecho de que Yeonjun se encontrará a sola con MinHee, sino que el hecho de que se estuvieran besando, allí como si nadie pudiera verlos, no quería admitirlo, pero dolía más de lo que imaginaba ver a ambos en aquella situación, por lo que solo atinó a retroceder unos cuantos pasos bajo la atenta mirada de Hyeongjun.

— Podemos ir a otro lado si quieres... ¿Te parece la cafetería? podemos estudiar allí — Animó el pelirrojo mientras se acercaba a él.

— No, yo... puedo ir solo, puedes quedarte aquí, Taehyun no tarda en llegar —dijo él desviando su mirada hacia el más bajo para no preocuparlo.

— Te acompaño...

— Hyeongjun, quiero estar solo — aclaró él mientras acomodaba sus mochila sobre su hombro izquierdo. — Nos vemos luego... ¿Si?

— Está bien, nos vemos —murmuró el mayor mientras hacía una pequeña mueca.

Soobin asintió levemente y se dio la vuelta para marcharse de allí rápidamente, Hyeongjun algo confundido dirigió su mirada hacia el cristal, abrió la puerta e ingreso en silencio, aproximándose a la mesa donde se encontraban sus dos amigos, Yeonjun lucía algo nervioso mientras se levantaba de la silla y tomaba sus cosas para pasar junto a él sin prestarle atención alguna, ambos mayores lo observaron alejarse para luego voltear a verse fijamente.

— ¿Qué rayos es lo que acabo de ver? —cuestionó él frunciendo el ceño mientras señalaba a la dirección en la que el azabache se había marchado.

— Podrías no decir nada... me siento lo suficientemente mal conque Yeonjun se haya ido sin decirme nada.

— Soobin acaba de verlos, ¿siquiera pensaste en lo que esto podía ocasionar? — quiso saber Hyeongjun mientras miraba fijamente al mayor.

— ¿Por qué siempre debo pensar en los demás antes que en mi? Hyeongjun, siempre me ha gustado Yeonjun... tu lo sabes... Cuando Soobin apareció, Yeonjun fue tan cercano a él que me lo tuve que guardar, tuve que callarme porque ambos son mis amigos, pero Soobin se hizo a un lado, él quiere alejarse de él, ¿por qué no puedo intentarlo? — cuestionó el mayor abriendo levemente sus ojos luciendo algo exasperado

— Sabes que Soobin está enamorado de Yeonjun, por mucho que lo niegue, sus sentimientos no han cambiado —comentó él sentándose frente al mayor mientras tomaba una de sus manos tratando de entenderlo.

— Si estuviera tan enamorado de Yeonjun como dices, él no se acostaría contigo... no se involucraría con otra persona —aclaró Minhee mientras fruncía el ceño.

— Lo que hago con Soobin es cosa aparte, no tiene nada que ver...

— Claro que sí, si sabes que él está enamorado de Yeonjun ¿Por qué estás con él si sabes que no te ama? — intervino el mayor sin apartar su mirada de la del más bajp.

— Porque yo tampoco lo amo como tú crees, lo que nosotros hacemos es porque queremos, no porque nos amemos, Soobin y yo somos amigos... —Explicó Hyeongjun de inmediato mientras soltaba la mano del mayor. 

— Eso es estúpido — dijo el de cabellos blancos mientras desviaba su mirada.

— Tú eres estúpido... ¿No pensaste en que Yeonjun iba a salir huyendo si lo besabas? —cuestionó él sonriendo con diversión. — Cielos, no quiero perderme tu intento por explicarle lo que pasó por tu cabeza en ese momento

MinHee tensó levemente su quijada mientras volvía a ver al menor lanzándose sobre la mesa para poder tomar el cuello de este con su brazo en un intento de callarlo para que este no se continuará burlando de él.