𝟯𝟯

446 71 7
                                    

Conocía a MinHee desde hace casi cinco años, el mayor se había convertido en su acompañante desde que había llegado a vivir al país definitivamente, su coreano no era el mejor en ese entonces y por esa razón casi siempre se encontraba aislado de los demás estudiantes de secundaria, lo cual era algo demasiado extraño para alguien de su edad durante el ultimo año de preparatoria.

MinHee le había ayudado con su pronunciación, incluso aún habían momentos en los que le explicaba si no lograba entenderlo.

Si bien al principio veía al mayor como un amigo increíble, la admiración y cariño que sentía por él, en algún momento –qué desconocía— había comenzado a sentir algo más que un simple cariño por él, no sabía como ni cuando, pero estaba seguro del momento en el que se dio cuenta, estuvo aterrado, la idea de perderlo le afectaba demasiado y por esa razón jamás dijo nada.

Llevaba tres años enamorado de MinHee, guardando aquél secreto desde entonces, un año después, cuando él por fin intentaba confesar sus sentimientos, MinHee llego junto a él hablándole del chico que había conocido, chico al cual no tardo en conocer, pues MinHee se encargaba de enseñárselo cada vez que tenía la oportunidad, no iba a mentir, el estaba increíblemente feliz por su mejor amigo, pero de repente, la atención del mayor era dedicada la mayor parte del tiempo a Kim Yeonjun, el chico que lo tenía loco, no lo culpaba, Yeonjun era lindo, incluso más lindo de lo que él se consideraba a si mismo.

Ahora mismo se encontraba saliendo de la cafetería con un vaso de café mocca en su mano, mientras que con su mano libre acomodaba la capucha de su sudadera, era temprano y no había desayunado pues no quería llegar tarde, y luego de la noche anterior lo que menos quería era encontrarse con MinHee, había hecho el ridículo y a pesar de que MinHee no se había alejado de él cuando se había puesto llorar encima de él como un niño, sabía que MinHee no había hecho nada por la sorpresa que él le había ocasionado con el beso, cuando despertó esa mañana se encontraba en su cama y no había rastro del peliverde, por lo mismo había decidido irse a la universidad por cuenta.

— ¡Hyeongjun Hyung!

El pelirrojo volteó levemente sobre sus pies al escuchar su nombre, Seongmin lo saludaba desde lejos mientras caminaba hacía él, pero Hyeongjun solo era capaz de observar al peliverde que caminaba junto al menor de sus amigos, sin poder contener sus nervios, se dio la media vuelta para alejarse rápidamente de allí, el salón, la clase estaba a nada de comenzar, MinHee no se atrevería a decir algo en la clase de la maestra Bae.

Una vez en el ascensor, fue capaz soltar un suspiro lleno de alivio mientras cerraba sus ojos y apoyaba su cuerpo en el costado del ascensor, las puertas no tardaron en abrirse, por lo que rápidamente salió para poder dirigirse al salón y tomar asiento junto a la puerta, para asi poder escapar una vez que la clase acabara.

MinHee apareció unos minutos después, deteniéndose delante de su puesto, se sentía incapaz de dirigirle la mirada, por lo que simplemente bebió de su café mientras saludaba a su compañera, quien tomaba asiento junto a él.

MinHee estuvo apunto de reclamar por el infantil comportamiento que tenía cuando la maestra apareció en el salón, enviándolo a tomar asiento para comenzar la clase de una vez.

MinHee estuvo apunto de reclamar por el infantil comportamiento que tenía cuando la maestra apareció en el salón, enviándolo a tomar asiento para comenzar la clase de una vez

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora