𝟰𝟴

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El peliblanco parpadeó débilmente mientras sentía cosquillas en su nariz, luego de poder enfocar su vista, soltó un suspiro al encontrarse con las suaves hebras rojizas del menor, quien se encontraba dormido, su pecho se encontraba pegado a la espalda de este, envolvía su cintura con uno de sus brazos, mientras que su otro era utilizado por el menor como almohada.

Entrelazo sus piernas y levanto su cabeza para poder acomodarla sobre la del menor, cerrando sus ojos por unos segundos al sentir un punzada en su cabeza, sacándole una maldición en el proceso, luego de congelarse por unos segundos, inclinó su rostro para poder dejar un beso en la mejilla del menor, cerca de la comisura de sus labios, sonrió ampliamente al notar un leve sonrojo en las mejillas ajenas, se acerco a su rostro tomando los labios del menor para presionarlos suavemente por unos segundos, siendo correspondido casi de inmediato por este, quien aun no se movía por completo.

— Felix... —Murmuró el menor sobre los labios ajenos.

MinHee abrió sus ojos y se alejo por completo sin cuidado alguno, escuchando al menor reír mientras giraba su cuerpo y se incorporaba para jalar su brazo para acercarlo y envolver su cuello con una amplia sonrisa llena de orgullo.

— Eres un idiota —Gruñó MinHee intentando quitar los brazos del menor de su cuerpo.

— Te lo mereces por lo de ayer ¿Acaso querías que nos descubrieran? —Cuestionó él girando su cuerpo para hacer que el mayor cayera sobre la cama junto a él. — Te comportaste como un idiota

— Eso no es excusa para que me llames así —Se quejó el mayor desviando su mirada.

— Me hiciste sentir horrible, eres un celoso de esos idiotas...

— No estaba celoso...

— ¿De verdad? —Quiso saber él sonriendo ampliamente mientras tomaba las cobijas para cubrir sus cuerpos casi por completo.

— Hyeongjun...

— Por favor, no me digas que regreso el MinHee vergonzoso y pudoroso —Se burló él mientras tomaba asiento sobre el regazo del mayor viendo a este incorporarse.

MinHee estuvo apunto de responder cuando la puerta fue abierta, haciendo que ambos voltearan completamente aterrados, Hyeongjun abrió sus ojos, comenzando a entrar en pánico al encontrarse con el rostro sonrojado y lleno de impacto de Seongmin, MinHee rápidamente subió la cobija, cubriendo el cuerpo de ambos y ocultando a Hyeongjun por completo mientras veía al menor abrir su boca tratando de decir algo mientras señalaba hacia atrás.

— Seong... Seongmin! —Exclamó el peliblanco cuando vio al menor salir corriendo de la habitación.

— Ay por dios... no puede ser —Murmuró Hyeongjun llevando ambas manos a su rostro.

— Cálmate, no pasa nada

— Seongmin acaba de vernos y dices que no pasa nada —Reclamó el pelirrojo con su rostro lleno de pánico.

— Mírame... Hyeongjun mírame —Ordenó él tomando el rostro del menor entre sus manos para poder mirarlo fijamente. — Cálmate y escúchame, vamos a bajar juntos, pero antes necesito que te calmes... dije que no te dejaría solo, no lo voy a hacer, así que tranquilízate ¿si?

Hyeongjun parpadeo un par de veces mientras dirigía su mirada hacia la puerta, sintiendo la mano del mayor colocarse en su mentón para volver a hacer que lo mirara, el mayor se acerco para dejar un suave beso sobre sus labios, alejándose luego de unos segundos para ver al menor asentir mientras acomodaba la cobija sobre su cuerpo, levantándose para dirigirse a la ducha, siendo seguido por el mayor, quien de paso aprovecho para poner seguirlo a la puerta, como debió haberlo hecho en la madrugada.

Hyeongjun parpadeo un par de veces mientras dirigía su mirada hacia la puerta, sintiendo la mano del mayor colocarse en su mentón para volver a hacer que lo mirara, el mayor se acerco para dejar un suave beso sobre sus labios, alejándose luego de ...

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Las cosquillas en su cintura lograron sacar débiles quejas mientras tomaba la mano del mayor y la entrelazaba con la suya, sonriendo levemente mientras acomodaba su cabeza sobre la almohada, esta vez sintiendo las caricias en su pecho, abrió levemente sus ojos encontrándose con la mano del mayor deslizar las yemas de sus dedos de arriba hacia abajo.

— ¿Querías despertarme? —Quiso saber mientras volvía a cerrar sus ojos, escuchando una pequeña risa de parte del pelimorado.

— Estaba dentro de mis planes, pero la verdad solo quería acariciarte —Dijo el mayor acomodando las cobijas sobre sus cuerpos. — No deberíamos salir de la cama en todo el día, hace mucho frío

Yeonjun soltó una suave carcajada mientras giraba su cuerpo, colocando una mano en la nuca del mayor, ambos guardaron silencio por unos segundos, el azabache levanto su pierna para envolver la cadera del mayor, casi como si aquello fuera una invitación nada indirecta, Soobin cerro sus ojos por unos segundos e inhalo profundamente intentando controlar cada uno de sus impulsos que lo empujaban a acercarse, luego de mantener el control, abrió sus ojos y volvió a mirar al menor, quien sonreía ampliamente, jugando con su pulgar entre sus labios, a pesar de que era debido a la vergüenza que sentía por su descarada acción, Soobin no podía evitar encontrarlo jodidamente excitante a la vista.

El azabache con algo de timidez, movió su pierna, haciendo que el cuerpo del mayor se inclinara hacia él.

— ¿Estás seguro? —Preguntó el mayor corriendo algunos mechones de su oscuro cabello.

— Por supuesto que si —Murmuró él algo sonrojado.

Soobin sonrió levemente mientras cubría sus cuerpos con las mantas, abriéndose espacio entre las piernas del menor mientras lo besaba con tanta necesidad que se le hacía imposible no jadear cada vez que se alejaban por unos milisegundos en busca de aire, el mayor tomó su miembro y comenzó a entrar el menor, sintiendo aquella calidez envolver por completo mientras Yeonjun gemía sobre sus labios cerrando sus ojos con fuerza, este se encontraba aferrado a sus hombros, presionando su piel mientras él acariciaba su rostro y besaba sus labios con calma.

— ¿Te sientes bien? —Preguntó el mayor, sonriendo ampliamente mientras observaba al menor abrir sus ojos para mirarlo fijamente.

— Estoy bien... estás conmigo, mientras sea así no deberías preocuparte por nada —Dijo él sonriendo mientras acariciaba su mejilla.

— Me encantas —Dijo Soobin acomodándose sobre el menor para no dejar su peso sobre el, para así poder comenzar su vaivén, lento y placentero.

— Tú a mí —Murmuró él sobre los labios del mayor, riendo suavemente cuando este intento besarlo, siendo él más rápido en girar su rostro.

Soobin alzó la cadera del menor, dando una gran embestida como advertencia, sintiéndose fascinado por el inevitable gemido que había escapado de los labios del azabache, quien arqueaba su espalda mientras arañaba su espalda, disculpándose de inmediato para evitar que el mayor continuará aquel placentero pero rudo vaivén.

Soobin alzó la cadera del menor, dando una gran embestida como advertencia, sintiéndose fascinado por el inevitable gemido que había escapado de los labios del azabache, quien arqueaba su espalda mientras arañaba su espalda, disculpándose de inmed...

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𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora