𝟭𝟰

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Eran tan diferentes, tanto que ni siquiera se atrevía a enumerar cada una de sus cualidades, lo abrumaba el solo hecho de tener a ambos en su cabeza sin saber que hacer después de todo, por un lado se encontraba MinHee, quien no lograba entender del todo sus acciones por lo que debía analizar cada cosa que este hacia para poder comprenderlo, por el otro lado se encontraba Soobin quien simplemente le resultaba tan natural y familiar que se le hacía imposible no compararlo con cada cosa que el peliblanco hacía.

Para empezar, MinHee no se preocupa a si alguien llegaba a verlo cerca de él, a pesar de la increíble popularidad que tenían en el tiempo actual, era como si a pesar de todo nada le importaba, hacia lo que quería y cuando quería, mientras que por el otro lado Soobin jamás había hecho algo que él no quisiera, jamás había cruzado la raya, nunca lo había expuesto a una situación que pudiera acomplejar lo o perjudicar lo, pero también hacia lo que quería y seguía su impulsos sin importarle nada.

MinHee estaba haciéndolo experimentar cosas completamente nuevas, cosas que no entendía como, pero que sin duda le resultaba algo atrevidas y vergonzosas, cosas que Soobin jamás le hizo experimentar aunque aun así lo había hecho sentir en el mismísimo cielo, pero de un momento a otro, los dos terminaron perdiéndose en diferentes partes de un mismo infierno en el cual se encontraban, MinHee para ser sinceros no tenía la culpa de nada y era quien menos merecía sufrir entre los tres, la verdad es que ninguno merecía sufrir.

—Tierra llamando a Yeonjun... Kim Yeonjun

El azabache enfocó su mirada en la rubia que se encontraba frente a él, este parpadeo un par de veces y volvió a mirarla algo avergonzado al escucharla reír, sonrió apenado y volvió a mirarla viendo a esta apoyar sus brazos sobre la mesa acercándose un poco mientras lo señalaba con su dedo índice.

—Sé que estás ocultando algo, ¿Qué es? —Acusó Yuna entre cerrando sus ojos mientras sonría ampliamente.

—No es nada... me desconecte por un momento, lo siento —Comentó rápidamente él mientras desviaba su mirada hacia su otra amiga quien se encontraba de regreso con una pequeña bandeja y tres copas de helado en ella.

—¡Al fin! —Chilló Yuna golpeando suavemente la superficie de la mesa mientras veía a la castaña dejar las copas sobre está.

—Te comportas como una niña a veces —Se mofó Yujin sonriendo divertida mientras se acomodaba junto al azabache.

—El helado es mi vida, jamás te metas entre mi vida y yo —Amenazó la rubia señalando a la mayor con la cucharita color rosa de su helado.

Yeonjun río suavemente y bajo su mirada hacia su helado de choco menta para comenzar a comer un poco de el, soltó un suave suspiro mientras volvía a meterse en sus para nada emocionantes pensamientos, mientras llevaba un poco de helado a su boca, de repente sintió un golpe en su brazo lo cual lo hizo volver a la realidad para voltear a ver a Yujin quien se encontraba junto a él.

—Rayos Yeonjun, ¿Es por Soobin otra vez? ¿Recordaste algo? —Quiso saber Yuna está vez un poco más seria sin dejar de lado su tono algo preocupado.

—No, no es... lo siento, no quiero preocuparlas, no es nada de eso —Aclaró él a medias mientras las observaba algo avergonzado.

—Sabes que estamos aquí para ti —Habló la rubia mientras volvía a enseñarlo su encantadora sonrisa.

—Lo sé, gracias —Dijo este riendo suavemente mientras volvía a llevar algo de helado a su boca.

—Ya que Soobin salió a la conversación, me lo tope el fin de semana —Comentó Yujin moviendo su helado para hacer que se derritiera un poco.

—¿Dónde? —Quiso saber Yuna abriendo levemente sus ojos dejándose llevar por la curiosidad.

—En el edificio donde vivo —Dijo la castaña volteando a mirarla. — Fue inesperado, eran casi las tres de la mañana, dijo que había estado con los chicos en casa de Hyeongjun...

—Espera Hyeongjun vive en el mismo edificio que tú... —Habló la rubio procesando la información de la mayor.

—Si, pensé que había comentado eso antes...

—Si, debiste comentarlo antes, pero está bien, te perdonamos —Dijo la menor dando palmaditas en la mano de esta mientras sonreía.

—¿Qué día lo viste? —Preguntó Yeonjun luego de unos segundos mientras jugaba un poco con su helado.

—Considerando la hora, fue el sábado por la madrugada —Comentó la castaña haciendo una pequeña mueca—. Lo ví hace tiempo también saliendo del edificio, pero fue extraño verlo a esa hora, dijo que los demás también habían estado, pero yo no los vi salir.

—Espera ¿Qué hacías tú a esa hora afuera? —Cuestionó Yuna señalando la con una mirada acusadora.

—¿Y-yo?... —Habló ella algo nerviosa mientras se señalaba a sí misma.

—Si tú —Dijo esta vez Yeonjun volteando a verla algo sorprendido por su reacción.

—Espera, espera, espera —Habló Yuna algo exaltada por la situación. — Ahn Yujin, no me digas que tienes novio...

—¡Por supuesto que no! —Exclamó ella cubriendo su boca segundos después algo avergonzada por las miradas que había recibido de los demás clientes—. No tengo novio, yo... rayos, no quería decirles porque no es nada serio, pero Sungchan me invitó a salir y pues acepté...

—¡¿Qué?! —Chilló Yuna cubriendo su boca segundos después algo apenada mientras inclinaba su cabeza disculpándose con los presentes.

—De todas formas ¿Qué hacías regresando a esa hora? —Reclamó Yeonjun algo sorprendido, pero sonriendo divertido por la situación.

—Ay no... no dime qué no paso lo que yo creo que pasó —Pidió la rubia llevando ambas manos a sus mejillas.

—Por supuesto que no —Habló la castaña imitando a la menor mientras sentía sus mejillas arder—. Me invito a bailar, fuimos solo a comer y luego a bailar, mal pensada, cochina —Atacó ella de inmediato mientras la rubia la observaba algo ofendida.

Yeonjun miro a su alrededor avergonzado mientras escuchaba a las dos chicas comenzar a discutir infantilmente mientras se señalaban sin vergüenza alguna, a veces se sentía fuera de lugar entre ese par de chicas sinvergüenzas.

Yeonjun miro a su alrededor avergonzado mientras escuchaba a las dos chicas comenzar a discutir infantilmente mientras se señalaban sin vergüenza alguna, a veces se sentía fuera de lugar entre ese par de chicas sinvergüenzas

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𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora