𝟰𝟲

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La puerta fue abierta minutos después de que golpeara, frente a él apareció Yeonjun, observándolo por unos segundos antes de bajar su mirada mientras apoyaba su cuerpo en la puerta, la cual no había abierto por completo, Soobin levanto su mano y acuno la mejilla del menor mientras se acercaba a este para poder abrazarlo, siendo correspondido de inmediato.

El azabache envolvió sus hombros y oculto su rostro en el cuello de este, inhalando el perfume que tanto le gustaba, un pequeño suspiro salió de sus labios mientras sentía al mayor envolver su cintura y acaricias su espalda de arriba hacia abajo.

— Lo siento por hacer que vinieras —Murmuró el menor acariciando el cabello grisáceo del mayor.

— No iba a quedarme allá, no quiero que te sientas mal —Dijo él sonriendo levemente, dejando un tierno beso casto en su cuello. — Hablemos ¿si?

— Esta bien —Respondió el menor asintiendo levemente mientras levantaba su cabeza para mirar al más alto.

Soobin sonrió levemente mientras tomaba la mano del menor, Yeonjun cerro la puerta con seguro y luego se dispuso caminar hacia la sala para poder conversar con el mayor allí, encendió una de las lamparas alta que se encontraba junto al sofá y formaba parte de la decoración, ambos tomaron asiento allí el uno frente al otro, sin soltar sus manos en ningún momento.

— Lo siento...

— No deberías decir eso, yo entiendo que te sientas así Yeonjun —Comentó él acariciando la mejilla del azabache por unos segundos. — Pero quiero que sepas que Hyeongjun y yo hablamos de esto, no va a volver a pasar, no dejare que eso nos afecte ni que te haga sentir inseguro, yo te amo a ti...

— Lo sé, pero solo, no podía dejar de pensar en eso y en que tal vez tú y él... —Dijo el menor incorporándose para poder abrazarlo, dejando la parte superior de su cuerpo sobre la del mayor.

— Solo hablamos, aparte... él también necesitaba parar eso, a ninguno de los dos nos hacia bien, los dos amamos a otras personas —Dijo él acariciando la cintura del menor mientras este lo miraba en silencio. — Yo no era capaz de aliviar el dolor que él sentía y él no era capaz de aliviar el mío, solo tú puedes hacerlo

— Te amo —Murmuró el menor acariciando la mejilla de este mientras soltaba un corto suspiro.

— Yo a ti, Yeonjun —Susurró él sonriendo ampliamente mientras se acercaba a los labios del menor.

Soobin unió sus labios en un lento y suave beso, tan característico entre ellos, tan cómodo y tan simple que aún así lograba encerrarlos en su propio mundo, permitiéndoles disfrutar al uno del otro sin necesidad de siquiera acariciar el cuerpo del otro, pero había algo diferente, Yeonjun necesitaba a Soobin de una manera que pocas veces era capaz de experimentar.

— Quédate conmigo... —Pidió él alejándose unos centímetros de los labios del mayor.

— Esta bien, me quedaré contigo —Murmuró el mayor asintiendo suavemente.

Yeonjun incorporó su cuerpo y tomó asiento sobre el regazo del mayor, quién envolvió su cintura de inmediato, sonriendo levemente mientras lo observaba a detalle lo mejor que aquella luz le permitía.

— Eres adorable —Dijo Soobin acercándose para dejar un corto beso en sus labios.

— No quiero serlo...

— Eso es imposible, para mi eres lo más adorable que hay en el mundo —Comentó el mayor haciéndolo soltar un bufido. — ¿Qué?

— ¿Podrías... intentar verme de otra manera? No soy un niño —Se quejó el menor algo avergonzado.

— Se que no eres un niño... —Aclaró el de cabello grisáceo mientras acomodaba su espalda sobre el sofá.

Luego de reunir el valor suficiente, se acerco al mayor para unir sus labios en un profundo y demandante beso, logrando sorprender al mayor, quién a pesar de la sorpresa, no tardo en responder aquel beso, siguiendo el ritmo que el menor imponía de una manera que lograba descolocarlo por completo.

— Quiero estar contigo, Hyung...

— Mmh~ si no quieres que haga ruido no te comportes como un animal —Se quejó el pelirrojo entre jadeos luego de haber sido silenciado por enésima vez

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— Mmh~ si no quieres que haga ruido no te comportes como un animal —Se quejó el pelirrojo entre jadeos luego de haber sido silenciado por enésima vez.

— ¿No te gusta?

— Eres un idi...

Hyeongjun calló abruptamente mientras sentía al mayor embestir bruscamente dentro de él, contuvo con todas sus fuerzas las inmensas ganas de gemir y maldecirlo en ese preciso momento, sabía que la espalda del mayor de seguro se encontraba enrojecida por la cantidad de veces que se había atrevido a arañarla y apretarla en un fallido intento de controlar sus descontroladas ganas de gritar.

— Aah~ ha-azlo más lento —Rogó este tensando sus músculos mientras jalaba levemente del cabello del mayor. — Min~ por favor...

El mayor asintió levemente mientras acariciaba la suave piel del menor, recorriendo desde su cintura hasta su muslo, donde dejo su mano, envolviendo su cintura con la pierna del menor mientras comenzaba a dar lentas y profundas embestidas que lograban erizar la piel del menor entre gemidos descontrolados, MinHee se acerco a este y unió sus labios rápidamente, silenciando sus gemidos en medio del demandante beso que compartían en aquel momento.

— Déjame hacerlo —Pidió el pelirrojo con voz jadeante.

Sin esperar respuesta giro su cuerpo sobre el mayor, sintiendo a este incorporar su cuerpo para comenzar a repartir besos por todo su pecho con una ferocidad sorprendente, que lograba cegarlo por completo, MinHee lo cegaba por completo y es que en lugar de alejarlo, con sus acciones lo único que lograba era hacer que se ilusionar más.

Sus caderas no tardaron comenzar a moverse, tomando el control en ese preciso momento mientras sentía los labios del mayor deslizarse por todo su cuello y pecho mientras él controlaba con todas sus fuerzas los gemidos que amenazaban con escapar en cualquier momento.

— Te odio —Murmuró de manera jadeante cerca del oído del mayor.

— Eso no es cierto —Murmuró el mayor levantando su rostro para observarlo con un extraño brillo en sus ojos, estaba seguro de que el alcohol podía ser producto de aquella actitud que el mayor había tomado.

— Por eso te odio—Dijo él antes unir sus labios en un profundo beso, lleno de necesidad que sentía el uno del otro.

𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora