𝟰𝟬

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— Entonces tu padre te dejara solo —Comentó Yuna mientras se sentaba junto al azabache, este asintió con calma mientras acomodaba su mochila sobre su regazo.

— Si, se van el sábado en la madrugada y regresa el domingo pero no se a que hora llegue —Acotó él acomodando sus manos sobre su brazos sobre la mesa.

— Podrías hacer una fiesta —Bromeo la rubio cruzándose de brazos.

— Eso no va a pasar, ¿creen que podamos hacer algo el fin de semana? —Preguntó el mirando a las dos chicas cok algo de cautela.

— El sábado saldré con Sungchan —Murmuró la castaña algo apenada. — Pero el domingo no haré nada...

— El domingo debo ir a misa con papá y luego me llevara a celebrar los 5 años de mi prima —Murmuró Yuna con pocas ganas.

— Entiendo, tal vez... visite a mi tío —Dijo él haciendo una pequeña mueca mientras se disponía a sacar su libro del interior de su mochila

Yeonjun miro por unos segundos a sus amigas quiénes cambiaron de tema luego de mirarlo algo apenadas, pero el lo entendía, no era quien para molestarse con ellas por no poder acompañarlo a distraerse, él no le había comentado nada acerca de lo sucedido con Soobin el día anterior, sentía que era algo intimó del mayor, algo de lo cual él no tenía derecho de andar contándole a alguien más.

Había estado toda la mañana y ahora tenía tiempo más que suficiente como para estudiar un poco, comer algo y luego ir a su próxima clase pues tenía casi dos horas antes de que esta comenzará.

— Mira quien viene —Murmuró Yuna codeando su brazo con algo de disimulo.

El azabache la miro fugazmente antes de dirigir su mirada hacia la entrada, donde se encontraba un nervioso Soobin entrando a la sala de estudio con una maqueta entre sus mano y su porta planos sostenido apenas por un par de dedos, mientras que su mochila se resbalaba por su brazo hasta quedar colgada en este.

Soobin sostenía la maqueta con fuerza, observándola fijamente como si eso fuera a impedir que se rompiera en caso de que se tropezara, mientras avanzaba por la sala, su porta planos se deslizó de entre sus dedos, cayendo al suelo mientras el detenía sus pasos, con extremo cuidado dejo la maqueta sobre una mesa, para luego darse la media vuelta, encontrándose al azabache levantarse con su estuche entre sus manos.

— Gracias —Dijo él recibiendo el objeto mientras miraba al menor.

— De nada —Murmuró el menor apartando su mirada de inmediato.

— Yeonjun yo...

— Hiciste un gran trabajo —Intervino el azabache metiendo sus manos dentro de los bolsillos de su cárdigan blanco.

— Gracias... es bueno escuchar eso, estuve hasta como las cinco de la mañana terminando de arreglarla —Comentó él sin dejar de mirar al menor, quien volvió a mirarlo mientras sonreía levemente.

— Estoy seguro de que valdrá la pena —Animó Yeonjun sin poder apartar su mirada de los brillantes ojos del mayor.

— Luces muy bonito hoy...

— Yo... creo que tengo que seguir estudiando —Interrumpió el azabache señalando con su mano hacía atrás.

— Claro, lo siento —Se disculpó él asintiendo de inmediato completamente apenado.

— Hyung, lamento lo que hice ayer... lo que dije es cierto —Se atrevió a decir él mientras volteaba a verlo fijamente. — Solo necesito pensar por unos días, eso no va a cambiar lo que siento...

— Lo que yo siento tampoco... estas en todo tu derecho de alejarte y pensar, yo... se que es difícil —Murmuró él asintiendo suavemente. — Tú, sabes que yo te amo

𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora