𝟱𝟬

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— No pensé que llegarías a esta hora -Murmuró Yeonjun mientras desviaba su mirada por unos segundos. — Pensé que llamarías...

— Iba a hacerlo, pero quede sin batería...

— Yo creó que iré a ver a mi mamá, los chicos están en la casa -Intervinó Soobin mirando al azabache mientras acariciaba suavemente su mano.

— Si, creo que deberías ir, estaba ansiosa por verte -Dijo el adulto asintiendo levemente.

— H-hyung...

— Todo va a estar bien, lo prometo -Susurró el pelimorado colocándose frente a él por unos segundos, sonrió levemente mientras acariciaba su mejilla. — ¿Confías en mi?

— Por supuesto que si...

— Bien, no te preocupes, vendré a verte luego, te amo -Murmuró antes de dejar un suave beso en su frente.

— Yo a ti -Dijo el azabache antes de que el mayor se alejara y se diera la media vuelta.

Soobin observo con algo de seriedad el mayor, quien bajo su mirada mientras aclaraba su garganta al verlo pasar junto a él.

— Nos vemos señor Kim...

— Nos vemos Soobin -Dijo el adulto dándose la vuelta para despedir al chico, cerrando la puerta luego de unos segundos para poder voltear a ver a su hijo. — Entonces... ¿Podemos hablar?

Yeonjun asintió luego de unos segundos, desviando su mirada con nerviosismo y algo de temor en todo su cuerpo, el adulto no tardo en pasar a la sala, siendo seguido por el de inmediato mientras jugaba con sus manos, una vez allí, ambos tomaron asiento en el sofá y el sillón, uno en frente del otro.

— Yo... creí que seguías herido por lo de hace unos días... lo que Soobin te comento -Dijo Seokyun algo confundido, no quería meterse en aquello, pero quería entender como estaban las cosas.

— Nosotros hablamos hace unos días, yo le pedí perdón por haberlo golpeado y hablamos -Confesó Yeonjun sin atreverse a mirar al mayor.

— Qué tu... ¿Cómo es que terminaste golpeado a Soobin?

— Solo... estaba molesto, no quise hacerlo realmente -Se defendió el algo avergonzado. — ¿Estás molesto?

— No, claro que no, solo... sorprendido -Comentó el adulto mientras se acomodaba sobre el sofá. — Entonces ¿Él durmió aquí?

Yeonjun abrió levemente sus ojos mientras volteaba a verlo, extremadamente nervioso mientras buscaba algo razonable que decir, alguna explicación que no sonara mal frente a su papá.

— Esta bien si lo hizo... al menos se que no te sucedió nada malo, no voy a regañarte ni nada por el estilo -Aclaró Seokyun riendo con algo de nerviosismo. — Me alegro de que estén mejor, eso quiere decir que ya no estaras triste...

— ¿Lo dices enserió? -Quiso saber él mientras sonreía levemente al ver al mayor asentir. — Gracias por entender y apoyarme en esto...

— Bueno, soy tu papá, los papás cometemos errores hijo, pero lo bueno es que me di cuenta de lo mal que estaba sin tener que perderte -Comentó el castaño con una sonrisa genuina en su rostro.

— Gracias papá...

— Ok, no tenemos que ponernos emocionales, te traje un regalo -Dijo el mayor golpeando levemente sus piernas.

Seokyun bajo su mirada por unos segundos para luego levantarse y tomar su maleta, abriendo esta para entregarle un paquete ancho y delgado envuelto en un papel negro con cigüeñas decorándolo, Yeonjun levanto su mirada hacia el mayor algo confundido para luego abrir el paquete con sumo cuidado, una vez que logro abrir el papel, metió su mano dentro para sacar la caja que había dentro, le quito el seguro y la abrió lleno de curiosidad, abriendo sus ojos al encontrarse con una cantidad de pinturas, acuarelas, lapices y pinceles que lo hacían querer chillar de solo verlos, la caja era casi del tamaño de la maleta, la cual no era para nada pequeña.

𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora