𝟰𝟮

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— Gracias por llevar a mi papá...

Soobin volteó a ver al menor mientras este hablaba, llevaban un par de minutos estacionados en frente de la casa del menor, en silencio, rozando sus manos, dando suaves caricias con el dedo meñique la mano contraría, como si se tratara de dos niños que escondían sus sentimientos y se sonrojaban con el simple hecho de estar el uno con el otro, al menos Yeonjun lo sentía así, se sentía nervioso, y es que Soobin lo descolocaba por completo.

— No es nada, a parte, mamá insistió en que fueras... Perdón —Murmuró él, apoyando su cabeza en el asiento mientras observaba el perfil del menor.

— ¿Por qué? —Preguntó el azabache volteando a verlo algo confundido.

— Por todo, por aparecer en tu vida y dejar todo patas para arriba, por enamorarme de ti, por hacerte sentir miedo, por el accidente, por ser insistente, por alejarme y molestar por que sintieras algo por alguien más... —Dijo él sonriendo con algo de nostalgia.

— Tú no tienes la culpa —Intervino el menor tomando finalmente su mano, apretándola suavemente.

— Así me siento...

— Soobin, cuando dos personas se enamorar nada es perfecto... tú estas enamorado de mí y yo de ti, nuestro amor es imperfecto, como tú y yo —Dijo Yeonjun sonriendo levemente mientras soltaba su mano.

— Hace unos meses el fuerte era yo, pero ahora eres tú, Yeonjun

— Entonces me toca a mí ser tu pilar —Dijo el menor levantándose de su asiento para pasarse al regazo del mayor, quién envolvió su cintura con ambos brazos de inmediato.

— ¿Me perdonas?

— No tengo nada que perdonarte, Soobin, los dos, sin importar el nivel hemos cometido errores y nos hemos lastimado mutuamente, pero ambos sabemos lo que sentimos por el otro, Hyung —Aclaró el menor acariciando su mejilla mientras lo miraba fijamente. — Desde el primer momento en que nos miramos supe que había caído ante ti... pero me ganó el miedo

— También tuve miedo, y también caí ante ti aquél día, cuando Taehyun nos presento... —Confesó él levantando una de sus manos para poder correr un mechón de cabello del menor que cubría levemente su ojo. — ¿Puedo besarte?

— No, no puedes —Murmuró con algo de burla el menor mientras sonreía ampliamente.

— Si, si puedo —Dijo él acercándose al menor con una sonrisa genuina en su rostro.

Soobin incorporó su cuerpo, siguiendo al menor quien se hacía hacia atrás riendo suavemente mientras lo miraba, pero cuando no pudo escapar más, el azabache sintió sus labios ser rozados por los gruesos y suaves labios del mayor, sintiéndose adormecido con aquella sensación, sus ojos se encontraban fijos en los del mayor, quien observaba cada una de sus facciones, sonriendo levemente mientras terminaba de acercarse, pero antes de que pudiera apresar sus labios, el azabache miro hacia arriba, riendo suavemente ante la queja llena de frustración del menor.

— Dije que no podías —Se burló este sonriendo victorioso mientras sentía el rostro del menor en su cuello.

— Tu cuello también me gusta —Dijo él sonriendo victorioso mientras se dedicaba a dejar suaves besos en el cuello del menor.

— No deberías hacer eso aquí —Se quejó el menor algo avergonzado.

Soobin rió suavemente para luego continuar con su trabajo, recorriendo la suave piel del cuello del menor, quien ahora ya tenía su rostro a su altura para poder besarlo, pero se negó a alejar sus labios de la piel del menor, mientras los suaves e inocentes besos se transformaban en unos húmedos y algo demandantes, a Yeonjun cada vez se le hacía más imposible controlar su acelerado corazón, sus suaves jadeos y respiraciones entrecortadas lograban delatarlo.

— E-esta bien, lo sientoo~ —Murmuró él cerca del oído del mayor sintiendo suaves mordidas por parte de este.

Soobin sonrió de lado mientras levantaba su rostro para poder tomar los labios del menor en un demandante, lento y profundo beso que lograba cegarlo por completo mientras correspondía, negándose a soportar más tiempo sin besarlo, el de cabello grisáceo no tardó en meter sus manos por debajo de la holgada camiseta que el menor llevaba puesta, impidiéndole apreciar la pequeña cintura que este tenía.

Yeonjun se acomodó su cuerpo contra el manubrio, moviendo levemente sus caderas contra la pelvis del mayor mientras sentía las manos Soobin deslizándose hacia arriba, llevando su camiseta con ellas permitiéndole dejar la piel del menor expuesta, permitiéndole acariciar y besar a su gusto, dejándole jugar con su cordura.

Los labios del mayor no tardaron en apresar uno de sus pezones, jugando con el mientras presionaba suavemente su piel, Yeonjun ante la placentera sensación se hecho hacia atras de golpe, presionando la bocina, haciendo que ambos se sobresaltaran y detuvieran sus movimientos, congelándose en su lugar debido al pánico.

— Lo siento —Murmuró él completamente avergonzado mientras incorporaba su cuerpo para poder concentrarse con el rostro del mayor quien negó de inmediato.

— Era el momento de detenerme —Dijo este riendo suavemente.

— No quería que te detuvieras...

— Yo tampoco, pero no era el momento —Murmuró el mayor sobre los labios del azabache. — Cuando llegue ese momento, no me detendré... no si no me lo pides

— N-no pediré que te detengas, dejaré que termines lo que empezaste —Murmuró él sintiendo sus mejillas arder mientras cerraba sus ojos en lo que volvía a unir sus labios con los del mayor.

El mayor envolvió la cintura del menor para pegarlo a él de manera posesiva, mientras que él continuaba moviendo su cadera, esta vez en una manera circular, escuchando suaves suspiros de parte del mayor cada vez que este se alejaba de sus labios.

— No sabes lo que daría...

— ¿Por qué? —Preguntó él levantando sus manos para enredarlas en el claro cabello del mayor mientras veía a este sonreír levemente.

— Mi pantalón esta comenzando a molestar por tu culpa —Confesó el mayor haciendo que este se sonrojara ante sus directas palabras.

—...E-entonces bájalo —Murmuró él algo avergonzado.

— ¿Qué?

— Bájalo —Repitió él algo levantando su cuerpo del regazo del mayor mientras dirigía una de sus manos a la hebillas de su cinturón.

— Si estás pensando que lo haré aquí, olvídalo...

— No eso... si no lo bajas entonces me voy a bajar —Advirtió él sintiendo sus mejillas arder de la vergüenza.

Soobin colocó una mano en la puerta, impidiendo que este alcanzara a abrirla, bajo la nerviosa mirada del menor, desabrocho su jeans y alzo levemente su cadera para bajarlo, sintiendo segundos después al azabache volver a sentar en su regazo para comenzar a mover su cadera, envolviendo sus hombros con ambos brazos mientras que sonreía sin poder evitarlo ante los increíbles jadeos que el mayor soltaba cerca de su oreja, debido al contacto que cada vez era mas directo en cada uno de sus encuentros, Yeonjun apenas llevaba un delgado pantalón de chándal y él se encontraba en bóxer, en su auto, en mitad de la calle y en plena mañana mientras comenzaba a aclarar el cielo.

Soobin colocó una mano en la puerta, impidiendo que este alcanzara a abrirla, bajo la nerviosa mirada del menor, desabrocho su jeans y alzo levemente su cadera para bajarlo, sintiendo segundos después al azabache volver a sentar en su regazo para ...

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𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora