𝟱𝟲

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— Entonces Yeonjun si irá con nosotros —Comentó Seongmin sonriendo ampliamente mientras caminaba junto a los dos mayores.

— Así es, de hecho termino por aceptar solo por el hecho de que acepte reunirme con mi papá —Dijo él haciendo una pequeña mueca mientras metía sus manos dentro de los bolsillos de su sudadera.

— Eso no salió bien el otro día —Murmuró Taehyun cruzándose de brazos mientras miraba dirigía su mirada hacia adelante.

— No, pero vendrá conmigo, así que... siento que será más fácil teniéndolo allí conmigo —Aclaró él sonriendo levemente mientras daba la vuelta hacia su escalera para poder subir, deteniéndose de inmediato al ver a Kim bajando las escaleras junto con su castaña amiga.

Si era sincero, había titubeado mucho a la hora de aceptar aquella opción, aun que por un momento le había parecido mas un chantaje, idea que se había desvanecido por completo cuando el menor comenzó a regañarlo, hasta el punto de hacerlo aceptar, y no, no se había dejado embelesar por aquel chico que lo miraba con una encantadora sonrisa genuina.

— Hey, miran quien viene ahí —Comentó Taehyun sonriendo mientras subía algunos escalones. — Hola, Yeonjun

— Hola, Taehyun —Dijo el azabache sonriendo ampliamente mientras terminaba de bajar unos escalones, quedando frente al pelimorado mientras movía su mano en forma de saludo.

— Hyung, me alegra que vayas con nosotros a Jeju, nos vamos a divertir mucho —Animó el rubio riendo sonriendo ampliamente.

— Yah' Choi Soobin ¿No vienes? —Cuestionó Taehyun con algo de burla en su voz.

— Adelántense... los alcanzo enseguida —Dijo él con una expresión seria, desviando su mirada por unos segundos. — Yujin ¿Podrías prestarme a Yeonjun por unos minutos?

— Ok, ya entendí que estorbo en este momento —Se lamentó la castaña cruzándose de brazos mientras hacia una mueca.

— Eso no es cierto —Intervino el azabache riendo suavemente.

— Aja... te espero en la sala de estudio —Aviso la castaña antes de darse la media vuelta para continuar su camino.

Soobin sonrió con algo diversión para luego aclarar su garganta y cambiar repentinamente su expresión a una sería, alzando su mentón, luciendo caso como un elegante caballero de la aristocracia, como si luciera molesto por algo, el azabache lo observo en silencio mientras bajaba al primer escalón, acordando la poca distancia que había entre ellos, apoyando el costado de su cuerpo en la pared mientras hacia una pequeña mueca con sus labios, una pequeña trompita.

El pelimorado tuvo que aguantar las ganas de sonreír, por lo que desvío su rostro cerrando sus ojos por unos segundos, para luego voltear hacia el azabache sonreía ampliamente mientras lo observaba.

— ¿Puedo saber porque esa expresión? —Quiso saber el menor llevando una de sus manos hasta su cintura mientras incorporaba su cuerpo de la pared.

— Esta mañana nos vimos en el pasillo y ni siquiera te acercaste a saludarme...

— Estaba llegando tarde a clases —Explicó Yeonjun sonriendo con diversión.

— Aun así pudiste enviarme un mensaje de buenos días —Murmuró él como si se tratara de un niño amenazando con hacer un berrinche.

— ¿De verdad estás molesto? —Preguntó el menor mientras levantaba su mano para tomar la sudadera del mayor y atraerlo a él, quedando a escasos centímetros del cuerpo del otro, el pelimorado sentía demasiado odio por el escalón que le daba aquella mínima distancia del rostro ajeno.

— Si, estoy muy molesto —Se quejó él levantando sus manos para envolver la cintura del menor, haciendo que este por reflejo envolviera su cuello con ambos brazos. — Tal vez con un beso se me olvide...

— ¿A si? —Murmuró Yeonjun abriendo levemente sus ojos mientras soltaba una pequepa risa divertida. — Pero no puedes besarme

— Si puedo —Murmuró él sonriendo ampliamente mientras veía al menor acercarse.

Yeonjun dejo cortos besos sobre los labios del mayor antes de por fin unir sus labios, sumergiéndose por completo en aquella agradable y tan cálida sensación que se formaba en sus pechos, algo que sin duda solo eran capaces de sentir cuando se trataba solo de ellos dos; el menor acaricio con su pulgar la mejilla del mayor, quien presionaba suavemente su cintura como si el tenerlo pegado a él no fuera suficiente.

— Tengo que irme ahora —Murmuró el menor alejándose luego de unos segundos.

— Yujin puede esperar...

— ¿Por qué actúas así? —Preguntó el azabache observándolo con una sonrisa mientras acariciaba su mejilla. — ¿Te sientes bien?

— Quiero estar contigo —Murmuró pegando su rostro al pecho del menor escuchándolo reír levemente. — ¿Y si nos vamos?

— Necesito solucionar algunas cosas aquí antes de que oficialmente estemos de vacaciones, estoy seguro de que tú también —Aclaró el menor acariciando su espalda.

— ¿Entonces debo esperar? —Se quejó este mientras levantaba su cabeza.

— Hyung... —Murmuró Yeonjun quejándose levemente ante lo infantil que podía llegar a ser el pelimorado. — Puedes controlarte, me estas avergonzando...

— ¿Entonces tú no quieres?

— No es eso, Soobin pareces un adolescente en plena travesía hormonal —Susurró el menor cruzándose de brazos.

— ¿Y esta noche? —Insistió con intenciones de molestar al azabache.

— Sabes que no podemos... ni siquiera se porque sigo escuchándote, nos vemos —Dijo el menor dando por terminada la conversación mientras intentaba marcharse, siendo sostenido por los brazos del mayor que envolvían su cintura. — ¿Qué? —Murmuró cruzándose de brazos.

— No te enfades, solo bromeo —Comentó riendo suavemente mientras acariciaba la espalda del menor por debajo de la chaqueta abierta que llevaba puesta. — Aunque si quieres no es broma

— Tonto —Dijo el menor acercándose mientras abría levemente sus ojos, enfrentándolo sin preocuparse en el hecho de que él era mayor.

Soobin rio levemente mientras alzaba al menor para bajarlo del escalón y poder besarlo de mejor manera, disfrutando de ser él quien tuviera que agacharse un poco para poder apreciar aquellos pomposos y suaves labios que tanto le encantaban, tomándose el audaz atrevimiento de introducir su legua en la cavidad bucal del menor, formando un lento y profundo beso que logro dejarlos sin aire casi por completo.

— Eres un tramposo —Se quejó Yeonjun luchando con su acelerada respiración, buscando nuevamente los labios del mayor.

De repente se encontraba sumergido en los pequeños besos que compartían, finalizando cada uno con un suave chasquido cada vez que terminaban uno, Yeonjun ni siquiera sabía las increíblemente grandes ganas que el mayor estaba controlando para no llevárselo a un lugar más privado.

¡Estaban literalmente a mitad del pasillo!

¡Estaban literalmente a mitad del pasillo!

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𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora