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Sentía que su cabeza estaba a punto de explotar, el más mínimo ruido lograba atormentarlo mientras cubría su cabeza con la almohada que anteriormente se encontraba debajo de su cabeza, la noche anterior definitivamente había bebido más de lo que podía recordar, y era su primera vez bebiendo, lo cual no debió suceder, al menos no hasta acabarse todo el alcohol que habían comprado con la excusa de aliviar el dolor que sentía por su culpa.

—Siento que voy a morir —Aquella voz rasposa se escuchó junto a él, logrando sorprenderlo por el tono—. Yujin-ah, agua... necesito agua

El azabache levanto su cabeza para encontrarse a su rubia amiga apoyada en el sofá mientras abrazaba una almohada, su rostro somnoliento delataba que no había despertado hace mucho.

—Yujin-ah, voy a morir de sed —Se quejo la menor abriendo sus ojos para encontrarse con él—. Yeonjun-ah quiero agua —Murmuró esta vez dejando caer su cuerpo sobre el colchón que habían metido entre el sofá y los dos sillones.

—¿No puedes ir tú? —Se quejo él volviendo a ocultar su cabeza en la almohada.

—Siento que si me levanto voy a vomitar...

—Yujin-ah —Llamaron al unísono.

El azabache se levantó con cuidado, acomodando su cabello mientras avanzaba somnoliento hasta la cocina, donde encontró a la castaña preparando el desayuno, Yeonjun la observo por unos segundos desde la entrada para luego dirigirse al mueble que había pegado a la pared arriba del lavaplatos, saco dos vasos y los llenó de agua para poder beber uno de ellos como si hubiera estado en un maratón de 100 kilómetros en medio de un desierto sin sombra ni agua para beber.

—¿Cómo te sientes? —Preguntó la castaña riendo suavemente mientras lo miraba.

—Mi cabeza va a explotar...

—Bueno, te lo advertí, pero después de que Soobin se fuera seguiste bebiendo como loco —Aclaró la menor mientras colocaba sus manos en su cintura

—¿Soobin? ¿Él estuvo aquí? —Preguntó alzando su voz, lamentándose de inmediato mientras llevaba ambas manos a su cabeza.

—No, no aquí, más bien afuera, lo encontramos en el pasillo, mejor llévale eso a Yuna, no queremos que la princesa siga deshidratada —Habló Yujin riendo suavemente.

El azabache la observo en silencio por unos segundos antes de tomar el vaso con agua y salir de la cocina, en silencio fue hasta la sala, una vez allí, le entregó el vaso de agua a la rubia, para luego tomar su mochila y dirigirse al baño, necesitaba una ducha, tal vez eso podía ayudarle a sentirse mejor, aun así, necesitaba desesperadamente medicina para aliviar su dolor de cabeza.

—¿Qué hice anoche? —Quiso saber mientras llevaba una tostada hasta su boca, su mirada se encontraba fija en la mesa, pues se encontraba luchando por recordar algo.

—Soy la menos indicada para decirte algo, solo recuerdo que salimos por Yujin y no podíamos entrar —Mencionó la rubia sobando sus cienes mientras cerraba sus ojos.

—La verdad no recuerdo bien, solo recuerdo que bajé a buscar el pedido, subí y nos encontramos con Soobin en el pasillo, luego no podíamos entrar, pero tú tenías las llaves —Contó Yujin tratando de pensar en algo más—. No estoy segura, anoche bebimos demasiado

"—Mi corazón se rompió por primera vez."

"—Estás ebrio."

"—Quiero que se quede conmigo."

Yeonjun abrió levemente sus ojos mientras dejaba caer la tostada ante la impresión que su recuerdo había ocasionado, se levantó de inmediato completamente avergonzado mientras buscaba su celular.

—¿Qué haces? ¿Te irás? Se supone que te quedarías todo el fin de semana, apenas es sábado —Se quejo la castaña levantándose.

—Mi celular, necesito hacer una llamada —Habló el completamente sonrojado.

—Creo que lo dejaste en el mueble del baño —Dijo Yuna mirando al mayor mientras comía de su omelette.

Yeonjun dejo caer su mochila para ir rápidamente al baño, una vez allí tomó su celular y salió de allí para poder marcar el número telefónico del pelimorado, alejó el aparato de su oreja algo exaltado al no obtener respuesta.

—¿Dónde vas? —Cuestionó Yuna esta vez al verlo pasar por el pasillo.

—Necesito hacer una llamada —Informo él, saliendo del departamento mientras volvía a marcar el número del mayor.

Una vez afuera, cerró la puerta detrás de su cuerpo, el celular sonaba tres veces y lo enviaba a buzón, no iba a negarlo, se sentía mal que el mayor no le contestara, pero necesitaba saber que había dicho, le avergonzaba la idea de haberse comportado como un idiota, necesitaba disculparse; abrió el chat del mayor y comenzó a escribir.

—¿Yeonjun?

El azabache levanto su cabeza y dirigió su mirada hacía el dueño de aquella voz, Hyeongjun se encontraba a unos pasos de él, con una sonrisa algo extraña, la cual no lograba descifrar del todo, este se acercó a él con algo de cautela.

—Hola hyung —Dijo él sonriendo levemente mientras bloqueaba su celular para evitar que el mayor viera algo.

—¿Qué haces aquí? —Quiso saber el mayor esta vez sonriendo ampliamente.

—Oh, yo... me estoy quedando con Yujin y Yuna este fin de semana, queríamos pasar tiempo juntos —Dijo él sonriendo algo nervioso—. ¿Y usted? Oh, es una pregunta estúpida, vives aquí, lo siento...

—Está bien, no te disculpes —Dijo el pelirrojo riendo suavemente mientras levantaba su mano para alborotar el oscuro cabello del mayor.

Yeonjun cerro sus ojos ante aquella acción y acomodó su cabello de inmediato con una pequeña sonrisa en su rostro, la cual no tardo en desaparecer cuando el aroma del perfume que Hyeongjun desprendía llego a sus fosas nasales, parpadeó algo aturdido mientras volvía a mirarlo fijamente.

"— ¿Cambiaste tú perfume?"

"— ¿Cambiaste tú perfume?"

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𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora