𝟮𝟮

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Soobin bajo de su automóvil y cerró la puerta para luego alejarse de este mientras colocaba el seguro, guardó la llave dentro de su pantalón en lo que se disponía a subir los pocos escalones de la entrada, una vez en la terraza, algo nervioso, miró hacia tras esperando que nadie fuera a verlo, aunque la verdad no había nada de malo en lo que hacía, estaba preocupado y quería ver a Yeonjun.

Soltó un largo suspiro mientras se disponía a golpear la puerta, esperando a que el menor bajara y abriera, pero estuvo así por unos largos minutos, hasta que por fin la puerta fue abierta, dejando ver a un Yeonjun, con ojos cristalinos y algo sonrojado, dejándole en claro que había estado llorando.

—Creí decir que no quería que vinieras —Comentó el menor pasando la manga de su cárdigan por sus mejillas.

— Creí decir que vendría de todos modos —Dijo él levantando su mano para colocarla en el hombro del menor y así poder atraerlo a su cuerpo.

Yeonjun ni siquiera opuso resistencia, simplemente se dejó envolver por los brazos del mayor mientras él ocultaba su rostro en el cuello de este a la vez que envolvía su cintura con cuello con fuerza, las lágrimas no tardaron en inundar sus ojos nuevamente, pero se negaba a sollozar en frente del mayor, no por vergüenza, si no que se encontraba molesto consigo mismo por haber sido besado por alguien más luego del momento tan intimó que compartieron el día anterior, y de seguro Soobin había escuchado cada chisme e insulto que le habían inventado, eso sí lo avergonzaba.

Soobin soltó un suspiro y avanzó unos cuantos pasos hacia el interior de la casa para poder cerrar la puerta, se inclinó levemente y se dispuso a tomar al menor por los muslos para así poder alzarlo y llevarlo a la sala donde tomo asiendo en el amplío sofá dejando al menor sobre su regazo.

—¿Cómo es que esto sucedió? —Quiso saber mientras envolvía la cintura del menor con ambos brazos.

—Él me beso y... cuando me aleje vi que habían dos chicas, nos vieron y yo simplemente me fui, pero cuando salí de mi clase, todos estaban juzgándome, diciendo cosas horribles de mí, las cuales no son ciertas y la mayoría no logro entenderlas —Murmuró el menor débilmente negándose a soltar su agarre.

—No hiciste nada malo Yeonjun, la gente es injusta la mayoría de las veces, créeme que se cómo te sientes porque yo pase por algo así hace mucho tiempo, jamás hubiera querido que tuvieras que pasar por esto —Dijo él soltando un suspiro mientras acariciaba la espalda del menor.

—¿Qué hiciste en ese entonces? —Preguntó el azabache alejándose un poco de él para poder mirarlo.

—En ese entonces me cambie de escuela... —Comentó él riendo levemente mientras limpiaba las húmedas mejillas del menor con su pulgar—. Pero me pongo a pensar y creó que no era la solución, solo hui del problema.

—¿También te vieron besándote con un chico?

—...No, bueno, yo en ese entonces tenía una relación algo extraña con un chico... —Trató de explicar él con algo de nervios—. La cosa es que nos vieron en una fiesta y pues... empezaron a hablar estupideces

—¿Era tu novio?

—No, no era mi novio, era un chico de último año, solo... era amigo de un primo y nos conocimos, teníamos encuentros casuales, no sé cómo explicarlo —Dijo él haciendo una pequeña mueca.

—Lo siento, estoy preguntando demasiado —Se disculpo el menor colocándose junto a él en el sofá.

—Está bien, no me molesta —Aclaró Soobin girando su cuerpo hacia el menor para poder mirarlo fijamente.

Yeonjun estuvo a punto de hablar cuando fue interrumpido por unos golpes en la puerta, se levantó algo nervioso y fue hasta la puerta para abrirla, abriendo levemente sus ojos al encontrarse con Kang MinHee allí, de pie frente a él, con una expresión que se le hacía difícil descifrar.

MinHee dio un paso adelante para encontrarse al pelimorado apareciendo por un costado del menor, quien comenzaba a hiperventilar, los dos chicos o dejaban de mirarse fijamente hasta que el azabache aclaro su garganta de manera exagerada en un vago intento de llamar la atención de estos.

—Yeonjun ¿Podemos hablar? —Pidió el mayor desviando su mirada hacia él.

—Si, creo que debemos hablar... —Dijo él asintiendo levemente mientras volteaba a ver al pelimorado por unos segundos.

—Espero que te sientas mejor, hablamos luego —Dijo Soobin mirándolo por unos largos segundos antes de darse la vuelta y salir de la casa Kim.

El pelimorado paso junto al peliblanco y se dispuso a marcharse a su auto, a pesar de las ganas de quedarse allí y no dejar al menor, no podía hacerlo, ellos dos necesitaban hablar después de todo, y él no sentía miedo de lo que Yeonjun sintiera por él, sabía que el menor correspondía sus sentimientos, incluso con la cantidad de meses que habían pasado, aun si llegaba a sentir algo por MinHee, él no se atrevería a recriminarle nada, simplemente dejaría que Yeonjun decidiera y se pensara las cosas por sí solo.

Vivian a menos de cinco minutos, podía hablar con él cuando quisiera, con cualquier excusa de por medio.

Vivian a menos de cinco minutos, podía hablar con él cuando quisiera, con cualquier excusa de por medio

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𝙋𝙄𝙒𝙆𝙀𝙉𝙔𝙀𝙔𝙐 // 𝙎𝙊𝙊𝙅𝙐𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora