Miracles in Autumn [WangXian]

Remordimientos

Cuando Lan Zhan abandonó la estación de trenes junto con su tío y su hermano, fue inevitable para él no mirar hacia atrás y observar como Wei Ying iba volviéndose diminuto mientras se perdía en la distancia.

Se dio la vuelta para acomodarse mejor en el asiento trasero del auto y no pudo evitar que un suspiro cansado saliera de sus labios; alzó la mirada y se encontró con la mirada estricta de su tío a través del espejo del retrovisor, tragó saliva y la desvió rápidamente. Deseaba llegar a su casa y al mismo tiempo no. El silencio en el auto era asfixiante.

Más pronto de lo que hubiese querido, se encontró bajando del auto y entrado a su casa, como sabía lo que vendría, se dirigió automáticamente hacia su habitación. Iba por el cuarto escalón cuando la voz de su hermano lo detuvo:

—¿A dónde crees que vas? Vuelve inmediatamente. Todos vamos a hablar sobre lo que ocurrió hoy —no hubo réplica posible, retrocedió los cuatro escalones que había logrado subir y se dirigió a la sala. Su tío y hermano estaban sentados en el sofá más grande, por lo cual él tendría que sentarse en uno de los más pequeños, justo en frente de ellos.

Así lo hizo, mantuvo la mirada baja durante una eternidad o eso le pareció, nadie decía nada y comenzaba a inquietarse; levantó la mirada y se encontró con la mirada interrogante de su hermano, su tío seguía furioso.

—Y bien, ¿no dirás nada? Tú realmente ¿solo vas a sentarte ahí esperando un sermón sin darnos una explicación? —fue su tío quien habló—. Asume las consecuencias de tus actos Lan Zhan y no solo esperes una reprimenda. Queremos saber por qué llegaste a tal extremo por ese chico —Lan Zhan frunció el ceño ante el tono que utilizó su padre.

—Fue una promesa —lo dijo tan claro como su garganta se lo permitió.

—¿Qué?

—Yo le prometí a Wei Ying que lo llevaría a Beijing, porque sus padres no lo permitían y él de verdad quería ir y hacer la audición. Así que yo solo lo ayudé a ir —la cara de su tío y la de su hermano no tenían descripción en ese momento.

—¿Te das cuenta de lo que pudiste haber causado, Lan Zhan? —Ahora, fue su hermano quién habló, y por primera vez en años lo sintió tan enojado que no pudo evitar abrir los ojos ante la sorpresa. Él continuo —dime que siquiera pensaste en la posibilidad de que algo malo les pudiese ocurrir a ti y a Wei Ying ¡Sabes perfectamente las condiciones de su salud! y aun así te arriesgaste a llevarlo fuera de la ciudad, lejos de sus padres y las personas que mejor podrían atenderlo en caso de que algo ocurriera.

—Yo... —lo cierto era que si lo había pensado e intentó impedirlo pero cuando Wei Ying le había recriminado ser igual a los demás, desechó cualquier tipo de pensamiento que significara tratarlo diferente, sin embargo, nunca dejó de preocuparse realmente por su bienestar.

—Lan Zhan, estoy tan decepcionado de ti. Yo creí que nuestro tío y yo te habíamos enseñado el valor de las cosas, especialmente el valor de la vida. Pusiste su vida en riesgo por cumplir un capricho.

—¡No era un capricho! Hermano, él en verdad deseaba ir. Ninguno de ustedes tiene idea de lo que se siente querer hacer algo y no poder hacerlo. ¿Está realmente tan mal haberlo ayudado? Sé que muchas cosas pudieron salir mal pero ¡no fue así! Él lo logró, porque es una persona fuerte, jamás lo vi tan determinado ni tan vivo como en los momentos donde estuvo bailando como si no hubiese un mañana.

—Lan Zhan, creo que no estás viendo el asunto objetivamente. Todos en este mundo, sin excepción, no podrán hacer todo lo que ellos quieran. En primer lugar, lo que hiciste, llevarte a un paciente de un hospital sin autorización, es un delito. Segundo, ambos son menores de edad y como mínimo deberían tener el permiso de sus padres antes de salir de la ciudad y tercero, pudiste al menos avisar que te irías, a algún lugar incluso si era mentira, no tienes idea de cómo me sentí cuando desapareciste. No supimos que estabas con él hasta que su madre nos llamó para preguntar si sabíamos algo de él, si tú sabías algo de él, después de eso no fue difícil sumar uno más uno. Soy tu hermano mayor, te he cuidado desde pequeño, y como tal, puedo ponerme en los zapatos de la señora Wei, saber que su hijo había desaparecido y esperar por horas hasta que decidieron aparecer, fue terrible para ella y para todos los que nos quedamos atrás. Recé para que nada malo les ocurriera, Lan Zhan, pero a partir de aquí no puedo hacer mucho. Mientras ustedes jugaban a ser grandes e independientes; la mamá de Wei Ying nos contó de lo grave que se encontraba el cuerpo de Wei Ying. Espero, por todo lo sagrado, que nada malo le ocurra a ese pobre chico, porque muy a mi pesar, tú tendrás parte de la responsabilidad y no hay nada más horrible que vivir con culpa, Lan Zhan.