A Deal With The Devil

Cap 6: Of What Might

Armin no puede creer lo que ve.

El titán blindado está corriendo.

Corre hacia ellos a toda velocidad, sus pasos sacuden la tierra y los muros. Adivinando por su velocidad y distancia, tienen exactamente dos minutos de ventaja gracias al magnífico sentido del oído de Sasha que los alertó.

Armin grita las órdenes antes de recordar quién no es.

Pero los demás obedecen sus palabras y se apresuran a cumplir los deberes que Armin les ordenó.

Se tarda menos de un minuto y el aviso de evacuación resuena en toda la ciudad.

Armin ve a Reiner acercándose. Y por supuesto, se tapa los oídos y se arrodilla, no quiere salir volando una vez que Reiner golpea la pared con toda su fuerza.

MALDICIÓN.

MALDICIÓN.

MALDICIÓN.

Armin se siente algo aliviado cuando escucha el aviso de evacuación y las personas que comienzan a correr hacia el interior.

Armin puede escuchar a los padres gritarles a sus hijos que se muevan más rápido y puede ver a la multitud por el rabillo del ojo.

—Eren, vamos-.

Armin se da la vuelta, pero todo color desaparece de su rostro cuando Eren salta hacia el titán blindado que corre.

Armin lo alcanza, pero está demasiado lejos para agarrarlo del codo y gritarle que saltar sobre el blindado no es más que una estupidez.

El tiempo se ralentiza en la mente de Armin.

Eren se aproxima hacia su objetivo, sus espadas listas y sostenidas. En un ataque perfectamente dirigido, el castaño se balancea hacia abajo. Sus ojos verde jade están llenos de determinación.

—¡Muere, demonio!— Eren grita mientras lleva sus espadas a la nuca del blindado.

En el momento en que sus cuchillas golpean la nuca protegida del titán blindado, se parten por la mitad.

Eren está congelado, apenas tiene tiempo de reaccionar porque las cuchillas rotas ahora son una amenaza mortal para él y no para el titán.

La hoja vuela de regreso a su cara.

Eren es jalado justo a tiempo. Las hojas pasan por sus ojos por una pulgada cuando una fuerza desconocida tira de su espalda, alejándolo del blindado y trayéndolo hacia el muro.

—¡Estúpido!— Armin grita mientras jala a Eren hacia la pared. Fue un gran golpe de suerte que Armin envolviera sus brazos alrededor del pecho de Eren y lo jalara justo a tiempo.

Caen sobre la superficie del muro y ruedan varias veces por el suelo.

Entonces, el blindado ha atravesado la pared. Hace temblar las paredes y hace que Eren se ponga de pie de un salto.

Se acerca a la esquina del muro y mira al titán con los ojos muy abiertos. Eren se arrastra hasta el borde. —Su piel... acaba de romper mis cuchillas...— murmura; —Entonces eso significa... los cañones...

El blindado mira hacia arriba.

Su cuerpo se mueve como un robot. Tira de su cabeza hacia abajo y luego se ha ido en un gran vapor.

Como la última vez.

Y entonces...

Armin trata de levantarse sobre sus codos. El golpe de regreso le lastimó la espalda y le duele la columna con los más mínimos movimientos.