Unas horas antes.
Decir que el viaje de regreso a casa es agonizante es una subestimación.
Armin recuerda muy vívidamente lo extraño que se sintió el camino de regreso a las paredes la primera vez, el peso de los muertos pesaba en su mente y las miradas de las personas se sentían aún más agobiante.
Mikasa se ha despertado en el transcurso de regreso, demasiado ocupada mirando sus propias manos en estado de shock. Ella se pregunta por qué fue eliminada de la pelea tan fácilmente, el vendaje que Eren había envuelto alrededor de su cuello cuelga flojo alrededor de la herida fatal.
Sin embargo, Armin no recuerda esta parte.
Cuando intenta sentarse, Eren le pone una mano en el hombro y en la cabeza fuertemente vendada. —Siéntate, vamos directo al ala médica.
Cuando su carruaje se detiene, una mujer inmediatamente empuja a la multitud y corre hacia los soldados en el frente. —¿Han visto a mis hijos?— dice ella. Su voz está a punto de quebrarse. El soldado traga saliva y pregunta cómo se llamaban.
—¡Mikasa Ackerman y Eren-Eren Yeager!— ella responde.
Los ojos de Eren y Mikasa miran inmediatamente en dirección a la mujer. Sus ojos se suavizan cuando ven que es Carla. Mikasa saluda y los ve.
Carla no tiene gracia cuando salta y abraza a sus dos hijos tan fuerte como puede. Mikasa le devuelve el abrazo, pero las manos de Eren dudan, por el miedo de tocar a alguien tan valiosa para él con sus manos del titán.
Armin los observa, en silencio. Se da cuenta de que los otros soldados quieren separarlos, pero todos se detienen cuando ven a su ex comandante, Keith Shadis, sacudiendo la cabeza a unos metros de distancia.
—Mamá, está bien. Estamos aquí— Eren le menciona.
Carla deja escapar un tembloroso suspiro de alivio. —Ustedes dos... me darán un ataque al corazón— ella suspira ruidosamente. Su madre se aleja con una sonrisa llorosa en su rostro; —Vamos al restaurante. Tengo algo listo para-.
—Mamá, pero Armin...
Armin se frota la garganta vendada. —Está bien, continúa, sabes que no puedo ir— le asegura; —No te preocupes, Eren. No me pasará nada.
Eren duda, pero la voluntad de su madre es demasiado fuerte para resistirse. Carla arrastra a sus hijos a su casa, todavía atónita por saber que han sobrevivido.
—¿Es prudente simplemente dejarlos ir, señor?— Petra pregunta, mirando a Mikasa y Eren irse con ojos de halcón.
Levi salta de su caballo. —Relájate, no es como si pudieran escaparse de aquí— tararea, acariciando a su caballo; —La persona que tiene que dar respuestas está aquí mismo, ¿no es así, Arlert?
Armin mantiene la boca bien cerrada.
No hay nada que pueda decir en su defensa.
—Armin-.
El sonido de su nombre lo toma por sorpresa. Armin se da la vuelta despacio. Su abuelo viene lentamente hacia ellos con su pata de palo y un bastón.
—¡Abuelo!— Armin dice sin querer. Mira a Levi con ojos suplicantes. El capitán suspira y hace un gesto desdeñoso con las manos. —Cinco minutos— ordena; —Será mejor que vuelvas después de eso.
Armin asiente mientras susurra un pequeño —Gracias.
Su abuelo abraza a Armin tan fuerte como sus débiles brazos se lo permiten. Él pasa sus manos arrugadas por el pelo rubio, el anciano huele a sopa y a libros nuevos. Armin cierra lentamente los ojos. —Ahí estás Armin, estuve aterrorizado por un segundo— dice su abuelo; —Mi corazón no puede soportar mucho de esto, ¿sabes?
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A Deal With The Devil
FanfictionArmin respira profundamente. -Acepto tu trato- Obliga a las palabras a salir de su garganta -Regrésame a tres días antes del retumbar para poder detenerlo. Los ojos de Ymir se estrechan con picardía. Llena sus pulmones de aire y sonríe desde lo más...