A Deal With The Devil

Cap 7: Síguelos

Nota: La autora usó los pronombres they/them para Hange así que intenté evitar usar pronombres femeninos o masculinos ya que poner "ellos" iba a sonar raro (tal vez se me escape algún pronombre femenino pero es más que nada por la costumbre que tengo con el anime, sorry).

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Al momento siguiente, Armin abre los ojos, está en un desierto de arena blanca y fría, junto con un cielo iluminado por ramas brillantes.

Armin se despierta de golpe y se sienta, la arena blanca cae de su cuerpo. Respira hondo porque reconoce este lugar. Son los caminos.

Es traído aquí cada vez que lo matan y es este Eren adulto quien lo cura de las heridas más peligrosas que Armin haya tenido.

Hablando del demonio-.

Ahí está Eren, sentado justo allí, de espaldas a Armin y mirando el árbol que brilla intensamente. El castaño se da la vuelta y mira a Armin por el rabillo del ojo. —No te preocupes, no estás muerto esta vez— Eren se ríe; —Sólo te traje aquí porque estabas cerca de un ataque al corazón.

Eren se recuesta y tararea pensativo. —¿Sabías que tu familia tiene una larga lista de enfermedades relacionadas con el corazón? No deberías estresar tanto a tu abuelo o morirá prematuramente de nuevo.

Armin respira hondo y trata de controlar el martilleo de su corazón. Aguanta la respiración durante cuatro segundos y luego exhala en otros cuatro.

Él cierra sus manos en puños con enojo.

¡Claro que está al borde de un infarto!

¡Eren, una de las personas más cercanas a él, acaba de comérselo! Y lo último que recuerda es que estaba flotando en un depósito de ácido rojo y siendo asado a la parrilla en un estómago humeante de...

—Dios, relájate. Es seguro— Eren le asegura; —Ya se ha hecho miles de veces. Sus instintos y recuerdos pasados ​​le dijeron a tu Eren— lo dice con evidente despecho —que la forma más segura de repeler a los titanes y mantenerte a salvo era resguardándote en su estómago. Vivirás.

Los ojos de Armin se agrandaron. —Pero- Pero ¿por qué?

Se pone de pie pero de repente una punzada de dolor invade sus sentidos y cae.

—Armin... tu pierna está rota, ¿recuerdas?— Eren dice; —Tu Eren lo rompió.

El rubio cierra los ojos y trata de sentarse. —¡¿No vas a curarlo?!— Armin grita, estirando su pierna frente a él en un esfuerzo por aliviar el dolor.

Eren mira los ojos de Armin y luego su pie extrañamente doblado y niega con la cabeza. —Te lo mereces.

—¡Oye!

—¡¡Entonces deja de lanzarte a situaciones peligrosas!!— Eren le reprocha, se da la vuelta por completo y agarra a Armin por los hombros. Su agarre es desesperado y enojado, sus ojos color jade se estrechan peligrosamente.

—¡¿Qué estabas pensando?!— grita en la cara de Armin; —¿Qué te hizo pensar que manipular a Reiner y Annie para que pensaran que el fundador tomará represalias era una buena idea?

Armin empuja a Eren lejos. —¡Alguien tiene que hacerlo!— él exclama de vuelta.

—¡Pero no tú! ¡Porque eso es lo que obtienes cuando pones a tantos otros antes que a ti mismo!

Armin rueda los ojos. —Sí... Porque pensar en ti funcionó maravillosamente para ti la última vez. ¡Terminó con el mundo en ruinas, Eren!

Eren sonríe satisfecho, rodando sus ojos. —¿Ah, de verdad?